El Gobierno ha reprochado al portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, no haber condenado los actos violentos en las manifestaciones por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, y le ha pedido responsabilidad desde su puesto público para no alentar las protestas que la formación morada ha evitado condenar.
Los disturbios se registraron la pasada noche en varias ciudades de España, aunque con especial virulencia en Madrid, donde se saldaron con 19 detenidos y 55 heridos, de ellos 35 policías, y en Barcelona, que terminó con 33 arrestados y 14 heridos, además de 135 contenedores y 9 coches quemados.
El mensaje que Echenique escribió en su cuenta de Twitter, en el que expresaba «todo su apoyo a los jóvenes antifascistas» que estaban «pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles», ha provocado multitud de críticas en la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), que ha pedido su dimisión, pero también en el seno del Gobierno.
Preguntado por el asunto, el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, ha evitado condenar los disturbios mientras que la portavoz del partido, Isa Serra, ha manifestado que su grupo es contrario a «toda violencia».
Serra ha lamentado el destrozo del mobiliario urbano aunque sí ha expresado su apoyo a «la lucha por la libertad de expresión» en España.
La portavoz de Podemos, que ha dicho que su grupo prefiere «siempre» las «movilizaciones pacíficas», ha afirmado que quienes condenan lo sucedido en Madrid deberían condenar que en Barcelona una persona perdió un ojo por una bala de espuma.
Desde el Gobierno, ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, una de las primeras en expresar en la Cadena Ser su rechazo al apoyo del dirigente de Unidas Podemos a los manifestantes violentos y le ha instado a ser responsable con el cargo público que ostenta.
Calvo ha recalcado que ningún derecho se puede defender ni expresar con violencia y ha considerado que esa es una línea roja absoluta. «Una cosa es defender que una democracia sea exigente con la libertad de expresión y otra muy diferente es alentar a estar en una situación en la que ayer vimos heridos y detenidos», ha añadido.
Desde Canarias, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido por su lado la libertad de expresión de Echenique y que se pueda expresar en las redes sociales para respaldar al rapero Pablo Hasel, ya que ni siquiera forma parte del Ejecutivo.
También el delegado de Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha afeado su comportamiento al portavoz de Unidas Podemos, al señalar que no fue responsable en sus declaraciones y le ha recordado que en España existen cauces democráticos «más que de sobra para protestar».
En la misma línea, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha insistido en que las personas con responsabilidades políticas deben aprovechar sus «altavoces» para decir claramente que «la violencia no es el camino».
Desde la oposición, el PP ha pedido la dimisión del dirigente de Podemos y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha elevado la responsabilidad de lo sucedido al vicepresidente Pablo Iglesias, y le ha exigido al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, que le cese inmediatamente por entender que está «siempre detrás de los movimientos vandálicos» y es un «aliado» de los violentos.
También la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha acusado a Pedro Sánchez de ser «cómplice» de los dirigentes de Podemos, mientras el portavoz nacional de los ‘populares’ y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha acusado a Echenique de «legitimar la violencia».
Desde la tribuna del Congreso, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha mostrado su apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por haber mantenido el orden y su condena a los que están haciendo una incitación a la violencia.
Qué vergüenza me da Echenique!», ha exclamado Espinosa de los Monteros.
La diputada de Ciudadanos María Muñoz ha exigido a Echenique que pida perdón y al Gobierno que se desmarque de sus palabras, porque, de lo contrario, ha advertido, la decadencia de la democracia no tendrá fin.
Las críticas a Echenique han llegado también desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que ha calificado de «escandaloso» que un partido que forma parte del Gobierno apoye las protestas violentas en Madrid y Cataluña para pedir la liberación del rapero Pablo Hasel.
El Ministerio del Interior ha reconocido la labor de la Policía y del resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «garantizando la seguridad de todos frente a los altercados provocados por una minoría de violentos».