Londres — Keir Starmer, recién nombrado primer ministro británico, enfrenta una serie de desafíos significativos al inicio de su mandato, marcado por promesas de reforma en diversos sectores y un enfoque renovado en la política exterior. En su primer día completo en el cargo, Starmer ha abordado temas críticos como la guerra en Ucrania y ha esbozado sus planes para una visita inminente a la cumbre de la OTAN en Washington.
Renuncia al plan de Ruanda y promesas de reforma interna
Durante su primera conferencia de prensa, Starmer anunció la eliminación de una política conservadora muy controvertida que buscaba deportar a solicitantes de asilo a Ruanda, describiéndola como un plan «muerto y enterrado» que nunca funcionó como disuasivo. Este cambio es parte de sus esfuerzos por reformar la política de inmigración y mejorar la gestión de fronteras, abordando la crisis migratoria que también afecta a otros países europeos y a Estados Unidos.
Desafíos económicos y sanitarios
El nuevo gobierno laborista hereda una economía en recesión y un sistema de salud pública (NHS) bajo intensa presión. La resolución de estas cuestiones será crucial para restaurar la confianza en el gobierno. Starmer ha prometido abordar estos problemas aunque ha advertido que los cambios requerirán tiempo.
Diplomacia y seguridad internacional
En el ámbito internacional, Starmer ha iniciado su mandato con una serie de llamadas a líderes mundiales y confirmó su participación en la próxima cumbre de la OTAN. Además, el Reino Unido acogerá la cumbre de la Comunidad Política Europea el 18 de julio, demostrando un compromiso con la reconstrucción de puentes en el panorama político europeo tras años de tensiones post-Brexit.
Problemas inminentes y el NHS
La gestión del NHS y las huelgas de médicos representan otro frente crítico para el gobierno. Wes Streeting, Secretario de Estado de Sanidad, anunció que iniciarán negociaciones con los médicos al principio de su carrera la próxima semana, en un intento por resolver conflictos salariales y mejorar los servicios de salud que han sido plagados por largas esperas y una calidad decreciente.
Conclusión
El gobierno de Starmer se enfrenta a retos tanto en el ámbito interno como internacional, con la promesa de un cambio significativo y una nueva dirección para el Reino Unido. La comunidad internacional observará de cerca cómo el nuevo líder maneja estos desafíos y su impacto en la estabilidad política y económica del país.