Las espinacas están con nosotros desde que en el siglo XI las introdujeran los árabes, que a su vez las trajeron de Persia. Desde el siglo XV su cultivo se extendió por toda Europa.
Esta verdura tiene variedades de invierno y verano, lo que en la práctica significa que las espinacas se pueden consumir a lo largo de todo el año. Ayudan a combatir de una manera eficaz la fatiga y tienen muchas virtudes.
Su valor nutritivo se basa en el alto contenido de vitaminas y minerales. Especialmente es fuente de folatos, vitamina C, vitamina A y vitamina E. Aporta también importantes cantidades de proteínas, fibra, hierro, potasio y betacarotenos.
Para aprovechar mejor todas las cualidades de esta verdura, no debemos cocinar demasiado las espinacas. Podríamos cocerlas unos minutos, pero será mejor rehogarlas en la sartén. Es lo que vamos a hacer en nuestra receta.
Ingredientes
- Espinacas frescas (600 gramos).
- Harina (50 gramos).
- Leche (400 mililitros).
- Queso curado, tipo Parmigiano Reggiano (50 gramos).
- Aceite de oliva virgen extra.
- Nuez moscada.
- Sal.
- Pimienta.
Información práctica
- Tiempo de elaboración: unos 40 minutos.
- Calorías: unas 225 kcal los 100 gramos.
Elaboración
- Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén grande y la ponemos al fuego.
- Cuando esté caliente, echamos las espinacas y removemos.
- Se irán asentando y reduciendo poco a poco… y sí, cabrán en la sartén.
- Tamizamos la harina.
- La vamos echando sobre las espinacas y removemos. Debe coger ese tono tostado pero no quemarse.
- Cuando la harina tenga ese color, añadimos la leche (podemos usar leche evaporada y hasta crema de leche).
- Lo hacemos poco a poco, mientras damos vueltas con la cuchara, para conseguir la consistencia de una crema.
- Echamos un poco de nuez moscada y salpimentamos.
- Lo dejamos hacerse un poco más hasta lograr una bechamel suave y cremosa.
- Precalentamos el horno a 180 grados, durante unos 5 minutos, con calor arriba.
- Repartimos las espinacas con su bechamel en una fuente grande o en fuentes individuales para horno.
- Espolvoreamos el queso rallado y metemos al horno.
- Las dejamos hacerse unos minutos bajo el gratinador hasta que veamos que el queso se dora ligeramente.