Disparidades entre Autonomías y Provincias
Vivir en diferentes ciudades de España puede traducirse en notables diferencias en las pensiones de jubilación. Las prestaciones varían significativamente no solo entre comunidades autónomas, sino también entre provincias vecinas e incluso dentro de la misma comunidad.
Diferencias entre Autonomías
Los jubilados vascos tienen una pensión media de 1.685 euros, superando en 535 euros a los extremeños. Esta diferencia representa un 46% entre el País Vasco y Extremadura. Otra disparidad notable es entre Asturias, con una pensión media de 1.641 euros, y Galicia, con 1.170 euros, lo que supone una diferencia del 40,2%.
Brechas Provinciales
Al analizar las pensiones por provincias, Vizcaya lidera con una jubilación media de 1.717 euros, mientras que Orense es la única provincia que no alcanza los 1.000 euros, con una media de 982 euros. Esta brecha entre Vizcaya y Orense es del 74,9%. Entre provincias limítrofes, la mayor diferencia se encuentra entre Asturias y Lugo, con una disparidad del 56,4%.
Desigualdades en Castilla y León
Castilla y León muestra significativas desigualdades en pensiones. Valladolid tiene una pensión media de 1.523 euros, mientras que Zamora registra 1.150 euros, una diferencia del 32,4%. En Andalucía, Cádiz lidera con 1.412 euros, superando en un 25,8% a Almería, que tiene una pensión media de 1.123,31 euros.
Cataluña y País Vasco: Menores Diferencias
Las provincias catalanas presentan menores diferencias, siendo la mayor entre Barcelona y Lérida, con un 18%. En el País Vasco, la mayor brecha es entre Vizcaya y Guipúzcoa, con una diferencia del 5,2%. Extremadura tiene la menor diferencia, con Badajoz superando a Cáceres en solo un 3,4%.
Comunidades Uniprovinciales en la Parte Alta
Cuatro comunidades con una sola provincia destacan por tener las pensiones medias más altas: Asturias (1.641 euros), Madrid (1.591 euros), Navarra (1.549 euros) y Cantabria (1.464 euros).
Estas cifras reflejan la diversidad y desigualdad en las pensiones de jubilación en España, lo que resalta la importancia de considerar las particularidades regionales y provinciales al abordar políticas de bienestar social.