El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, ha ofrecido sus primeras declaraciones en varios meses tras las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas este verano. Aunque afirma estar al tanto de todo lo sucedido en el país sudamericano, ha evitado posicionarse públicamente sobre los resultados electorales y ha subrayado la importancia de mantener la discreción en su papel como facilitador y mediador.
Durante una rueda de prensa en el Ateneo de Madrid, donde presentó el libro La democracia y sus derechos, Zapatero defendió la necesidad de no romper la “confianza” que ha construido durante los últimos años en el contexto de la crisis venezolana. Según el expresidente, esta confianza podría ser clave para seguir facilitando una solución pacífica en el futuro.
Participación en la facilitación de la salida de González Urrutia
Zapatero ha revelado que ha tenido un papel en la facilitación de la llegada a España de Edmundo González Urrutia, candidato opositor venezolano y autoproclamado presidente tras las elecciones, ahora refugiado en el país. No obstante, ha evitado valorar públicamente si el Gobierno español debería reconocer a González Urrutia como presidente, tal como ha hecho el Congreso de los Diputados. “El Ejecutivo toma sus decisiones libremente, y hay que respetarlas”, afirmó, añadiendo que el Gobierno de España ha sido uno de los que más ha apoyado a los venezolanos.
Zapatero explicó que, cuando alguien media en un conflicto, debe ser “respetuoso” y mantener la lealtad y la discreción con todas las personas involucradas. Esta postura le ha llevado a evitar hacer valoraciones sobre los resultados de las elecciones y los posibles fraudes denunciados por la oposición venezolana. “Pueden ustedes comprender que conozco todo lo que ha sucedido, pero debo preservar la confianza de quienes han participado”, insistió.
Sobre la falta de actas electorales y las denuncias de coacción
Una de las preguntas recurrentes fue sobre la falta de presentación de las actas de las elecciones por parte del gobierno de Nicolás Maduro, que según la oposición demuestran la victoria de González Urrutia. Zapatero volvió a evitar cualquier valoración, argumentando que su papel como mediador le exige prudencia. “La única manera de preservar la confianza es mantener una actitud de discreción, prudencia y serenidad“, reiteró.
También fue cuestionado sobre si facilitó la entrada de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en la residencia del embajador de España en Venezuela, donde González Urrutia denunció haber sido coaccionado para abandonar el país. Zapatero negó haber facilitado ese proceso, pero reconoció haber ayudado a encontrar una “solución”.
Zapatero defiende el diálogo como solución
A lo largo de su intervención, Zapatero defendió su enfoque de mediación, basado en la búsqueda del diálogo y el consenso. Aunque ha sido criticado por sectores opositores que le acusan de estar del lado de Maduro, el expresidente español aseguró que siempre ha buscado soluciones pacíficas para que Venezuela recupere la esperanza y un futuro estable.
Al ser recibido con insultos por un grupo de venezolanos partidarios de González Urrutia a su llegada al Ateneo, quienes le tildaron de “traidor” y “cómplice de la dictadura”, Zapatero respondió con calma. “Acepto las críticas como demócrata”, señaló, añadiendo que comprende el dolor de los venezolanos y que su única intención es ayudar a encontrar una solución duradera para el país.
La situación en Venezuela
Zapatero admitió que Venezuela atraviesa una situación extremadamente compleja, pero insistió en que “la calma, la serenidad y la racionalidad” son claves para encontrar una solución. Aunque reconoció que el diálogo político es difícil en el contexto actual, subrayó que no renunciará a su papel como facilitador.
Respecto a las declaraciones de González Urrutia sobre su supuesta coacción para salir de Venezuela, Zapatero no entró en detalles, aunque reconoció que ha escuchado “muchas versiones”. A su juicio, quizá dentro de “diez o quince años” se pueda conocer la verdad con todos los datos. En este sentido, recordó que los mediadores en conflictos internacionales no suelen hacer públicas sus gestiones.
El futuro de su papel en Venezuela
Zapatero no descartó seguir participando en futuras gestiones relacionadas con la crisis venezolana, si así se requiere. “El futuro puede determinar que realice alguna otra tarea en la difícil situación que tiene Venezuela”, comentó, dejando abierta la posibilidad de retomar su papel como mediador.
Por último, Zapatero reiteró su enfoque de esperanza, basado en el respeto, la discreción y la búsqueda de una solución política para Venezuela, aunque el proceso sea largo y complejo.