El inicio del verano astronómico en España se producirá oficialmente este sábado a las 23.44 horas
A pesar de unos meses atípicos por la irrupción mundial del nuevo coronavirus, la Tierra sigue girando alrededor del Sol y el tiempo sigue imparable. Por ello, ya está aquí como cada año el verano 2020, cuyo inicio se producirá oficialmente este sábado a las 23.44 horas (en la península y Baleares), según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Un punto de partida que casi coincide con el fin del estado de alarma en España para frenar el Covid-19, que terminará 16 minutos después de la llegada estival. A partir de aquí, la nueva estación nos acompañará durante exactamente 93 días y 15 horas, hasta que llegue una vez más el otoño, concretamente el próximo 22 de septiembre.
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos momentos en los que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el astro alcanza su posición más boreal. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27′) y durante varios días apenas cambia su altura máxima al mediodía; a esta circunstancia se le llama también solsticio (que viene del latín ‘Sol quieto’) de verano. Sin embargo, esto no sucede en toda la Tierra, solo en el hemisferio norte; porque en el sur las estaciones se dan de forma inversa, por lo que allí empieza el invierno.
Por qué esta fecha y no otra
El Observatorio Astronómico Nacional explica que el comienzo del verano puede darse, a lo sumo, en tres fecha: 20, 21 o 22 de junio. Sin embargo, durante el siglo XXI solo se producirá o el 20 o el 21 de junio. De hecho, el inicio más temprano del verano sucederá en 2096, mientras que el más tardío ya ha ocurrió en 2003. Estos cambios se deben a cómo encaja la secuencia de años en el calendario (es decir, a los años bisiestos) con la duración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol (conocida como año trópico).
Un hecho circunstancial no relacionado con el inicio de las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año. Es este mayor alejamiento al astro la causa de que el planeta se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano y, por lo tanto, esta estación sea la de mayor duración.
¿El día más largo del año?
Otra de las características del solsticio de verano es que se trata del día con más horas de luz -y, por ende, la noche más corta del año-. Alrededor de esta fecha se dan también el día en el que el Sol sale más pronto y en el que se pone más tarde, si bien no tienen que coincidir. De hecho, el día en que el Sol salió más pronto fue el 14 de junio, mientras que el día en que se pondrá más tarde será el 27 del mismo mes.
Pero si denominamos coloquialmente duración del día al tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol, este 21 de junio va a ser el día de mayor duración del año. Como ejemplo, en Madrid será de 15 horas y 3 minutos, frente a las 9 horas y 17 minutos que durará el día más corto (que este año será el 21 de diciembre), con lo que hay casi seis horas de diferencia entre la jornada más corta y la más larga.
Esta diferencia depende mucho de la latitud del lugar, de manera que es nula en el ecuador y extrema (24 horas) entre los círculos polares y los polos. Es precisamente por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año alrededor del 21 de junio se da el fenómeno del ‘Sol de medianoche‘, cuando el astro es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día.
Por estas fechas también se da el máximo alejamiento anual (afelio) entre la Tierra y el Sol, lo que se producirá el 4 de julio, con una distancia de algo más de 152 millones de kilómetros, unos cinco millones más que el pasado 5 de enero, cuando la distancia entre ambos alcanzó su mínimo anual, lo que se conoce como perihelio.
Solsticio que coincide con un eclipse solar
Este solsticio de verano 2020 tiene como particularidad que coincidirá con un eclipse anular de Sol que, sin embargo, no podremos ver desde España, ya que solo afectará parcialmente en África, el sudeste de Europa y Asia. La franja de anularidad -el llamativo «anillo de fuego»- será visible en zonas específicas de África (República del Congo, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Sudán del Sur, Etiopía y Eritrea) y de Asia (península arábiga, Pakistán, India y China).
Sin embargo sí que podremos disfrutar del eclipse penumbral de Luna que tendrá lugar el 5 de julio, que también podrá verse en África y América. En cuanto a las lluvias de estrellas que nos esperan este verano serán dos: las ‘delta acuáridas‘, que alcanzarán su máximo ritmo alrededor del 30 de julio; y las famosas ‘perséidas‘, que llegarán a su esplendor cerca del 12 de agosto.