Este domingo, Puertollano celebró la undécima edición de la Carrera de la Mujer, un evento que no solo fomenta el deporte sino que también se erige como un símbolo de la lucha contra la violencia de género. A pesar de las inclemencias del tiempo que obligaron a posponer la carrera originalmente planeada para el 8 de marzo, cerca de 500 participantes se dieron cita en este significativo evento.
Competencia y Solidaridad
La jornada comenzó con el sector competitivo de la carrera, donde Rosa Mar Sánchez se alzó con la victoria, seguida de cerca por Alina Enache y Sandra Ruiz. Este segmento competitivo puso de manifiesto el espíritu de superación y la pasión por el deporte de las participantes.
Paralelamente, la parte más emotiva y simbólica fue la marcha testimonial y reivindicativa. En un recorrido urbano de dos kilómetros, participantes de todas las edades caminaron juntas, reflejando el apoyo comunitario a la causa de la igualdad y la no violencia.
Ceremonia de Premiación
El evento culminó con una ceremonia de premiación, donde destacados miembros de la comunidad, incluidos el alcalde Miguel Ángel Ruiz y la delegada de Igualdad, Manuela Nieto-Márquez, entregaron los trofeos a las ganadoras. Además, se otorgaron placas de reconocimiento a las asociaciones colaboradoras, el Club Deportivo Pozo Norte y el Club Cicloturista Caminos y Cañadas, por su invaluable apoyo y colaboración.
Actividades Complementarias
La jornada cerró con una animada clase de aerobic, a cargo de las monitoras del Patronato Municipal de Deportes, que no solo sirvió para enfatizar la importancia del ejercicio físico sino también para fortalecer los lazos comunitarios y promover un mensaje de salud y bienestar entre los participantes.
Impacto Comunitario
La Carrera de la Mujer de Puertollano se ha consolidado como un evento crucial en el calendario local, no solo por su impacto deportivo sino también por su fuerte componente social. Es un claro reflejo de cómo el deporte puede ser un vehículo para el cambio social y un instrumento para la promoción de valores fundamentales como la igualdad, el respeto y la solidaridad.
En conclusión, la XI Carrera de la Mujer no solo celebró el espíritu deportivo sino que también reafirmó el compromiso de Puertollano con la erradicación de la violencia de género, haciendo de este evento un verdadero símbolo de esperanza y unidad para la comunidad.