Los incendios forestales son una de las mayores amenazas ambientales y humanas en muchas partes del mundo, especialmente en países con vastas áreas de vegetación como España y Portugal. En las últimas semanas, los incendios en Portugal han generado nubes de humo que han cruzado la frontera con España, recordando a las comunidades afectadas la importancia de la prevención temprana. Tradicionalmente, la detección de incendios depende de tecnologías visuales como las cámaras o la vigilancia satelital, pero una ‘start-up’ gallega ha desarrollado un sistema innovador que podría mejorar significativamente la prevención de incendios. Wildfire Sentinel, liderada por el CEO y fundador Jorge Cajiao, ha creado una “nariz electrónica” capaz de identificar el olor a fuego mucho antes de que las llamas se conviertan en una amenaza grave.
La Necesidad de un ‘Smart Rural’: Tecnología y Medio Ambiente
En un mundo donde cada vez más ciudades se están convirtiendo en ‘smart cities’ mediante la integración de tecnologías que optimizan el uso de recursos y mejoran la calidad de vida, surge también la idea de un ‘smart rural’. El concepto, aunque relativamente nuevo, implica el uso de herramientas avanzadas para mejorar la gestión de áreas rurales, donde la prevención de incendios forestales es una necesidad urgente.
Jorge Cajiao, fundador de Wildfire Sentinel, señala que el rural no solo puede ser inteligente, sino que es imprescindible que lo sea: “No se trata solo de que el rural pueda ser inteligente, es una cuestión de mucha necesidad“, explica. La solución propuesta por su empresa combina hardware y software de alta tecnología para ayudar en la detección temprana de incendios forestales.
¿Cómo Funciona Wildfire Sentinel?
El sistema de Wildfire Sentinel se basa en una nariz electrónica que, junto con sensores tradicionales, detecta el olor característico del fuego en sus primeras etapas. Este tipo de tecnología no es completamente nueva, ya que los sensores han existido durante décadas, pero lo novedoso de Wildfire Sentinel es el uso de inteligencia artificial (IA) para interpretar esos olores. Cajiao compara el entrenamiento de la IA con el aprendizaje de un bebé al probar nuevos alimentos. Al igual que un niño debe aprender qué es la sal al probar diferentes alimentos, la IA debe ser educada para reconocer el olor a incendio en diferentes contextos.
Educando a la IA para Oler el Fuego
Para que la inteligencia artificial de Wildfire Sentinel pueda identificar el olor a fuego de manera eficiente, ha sido entrenada con datos proporcionados por el Centro de Investigación Forestal de Lourizán en Pontevedra, donde se encuentra un túnel de fuego utilizado para estudiar los combustibles y el comportamiento de los incendios. Este túnel fue clave para proporcionar información valiosa sobre los olores emitidos por los incendios, permitiendo que la IA aprenda a diferenciar entre el olor normal de un bosque y las señales olfativas tempranas de un incendio.
Una de las grandes ventajas de este sistema es que puede detectar incendios mucho antes de que sean visibles. Cajiao destaca que los sistemas de cámaras actuales son efectivos, pero lentos: “El fuego lo ves cuando ya está ahí de forma un tanto agresiva”. La nariz electrónica de Wildfire Sentinel permite detectar el fuego en sus primeros minutos, lo cual es crucial, ya que el factor tiempo en un incendio puede ser la diferencia entre un pequeño incidente y una catástrofe.
Información en Tiempo Real: Gestión Eficiente de Recursos
Los sensores de Wildfire Sentinel no solo detectan el fuego, sino que también proporcionan información en tiempo real sobre el entorno, como los niveles de humedad y viento. Esta información es fundamental para gestionar los recursos de manera más eficiente. Por ejemplo, si el sistema detecta un aumento en la probabilidad de un incendio en una zona específica, los equipos de emergencia pueden movilizarse antes de que las llamas se propaguen, lo que permite una respuesta más rápida y eficaz.
Ubicación Estratégica de los Sensores
Colocar los sensores en ubicaciones estratégicas es esencial para maximizar la efectividad del sistema. Cajiao señala que los históricos de datos pueden ayudar a identificar las áreas más propensas a incendios. Además, algunas zonas son más críticas debido a su proximidad a infraestructuras esenciales o áreas habitadas. Por lo tanto, Wildfire Sentinel sugiere posicionar los sensores cerca de subestaciones eléctricas, torres de telefonía o en las fronteras entre zonas arboladas y poblaciones.
Fase de Pruebas y Resultados Prometedores
Por el momento, la tecnología de Wildfire Sentinel se encuentra en fase de pruebas. Durante el verano de 2024, se realizaron proyectos piloto en varios municipios gallegos, que proporcionaron datos en tiempo real para evaluar el rendimiento del sistema. Una de las pruebas más interesantes se llevó a cabo durante la noche de San Juan, cuando se prendieron hogueras festivas. El equipo de Wildfire Sentinel colocó los sensores cerca de estas hogueras para comprobar si podían identificar el fuego. “Hicimos un testeo real“, comenta Cajiao, “y tuvimos un pleno de detección“.
Minimización de Falsos Positivos
Una de las preocupaciones comunes en los sistemas de detección de incendios es la posibilidad de falsos positivos, especialmente en áreas rurales donde es habitual el uso de leña para calefacción en invierno o las quemas controladas en primavera. Sin embargo, Wildfire Sentinel ha sido diseñado para minimizar este riesgo. El sistema proporciona una probabilidad de incendio basada en múltiples factores, lo que permite a los servicios de emergencia cruzar los datos con otras fuentes antes de tomar decisiones.
Un Futuro Prometedor para la Prevención de Incendios
Aunque Wildfire Sentinel comenzó en Galicia, la tecnología es altamente exportable. El olor a incendio es universal, lo que significa que el sistema podría aplicarse en cualquier lugar del mundo. Ya ha habido interés por parte de Estados Unidos y otros países propensos a incendios forestales, lo que demuestra el potencial global de esta innovación.