Jorge Ignacio P.J, presunto asesino de Marta Calvo. Al acusado se le atribuye la muerte de 3 mujeres y de intentarlo con otras 8 en un período de 15 meses.
La primera víctima del acusado ha relatado ante el jurado popular cómo Jorge Ignacio P.J. le introdujo droga por vía vaginal y anal y casi se muere: «Me drogó toda (…) Le dije que me estaba muriendo y me dio un beso en la frente y me dijo ‘ay, pobre chica, cómo le gusta la droga…'».
Esta joven asegura que él sabía en todo momento lo que estaba haciendo y ha explicado que «como ella no consumía droga, él la intentó relajar con unos masajes, fue entonces cuando aprovechó para introducirle las rocas de cocaína por la vagina». Ella comenzó a sentirse tan mal que fue a darse una ducha y fue cuando fue consciente de esas rocas. Cuenta que consiguió sacarse «unas 6 del tamaño de unos garbanzos». Al advertir que su vida corría peligro cogió un cuchillo y consiguió escapar e ir a urgencias donde le indicaron que si llega a tardar 5 minutos más hubiese muerto.
Jorge Ignacio P.J. es el presunto asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas y se enfrenta a 130 años de cárcel que pide Fiscalía por 11 delitos de abuso sexual, 3 de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones y un delito contra la salud pública.
Los padres de Marta Calvo que en el juicio ejercen como acusación particular solicitan la prisión permanente revisable. La fiscal ha alabado la labor de Marisol Burón, madre de Marta Calvo, a la que han definido como «madre coraje» por insistir en buscar la verdad.
«Estamos todos aquí gracias a una madre coraje a la que le desaparece su hija, que sabe dónde ha desaparecido (porque Marta le envió la dirección por Whatsapp) y que se presenta en el pueblo, llama a la puerta del domicilio y habla con el acusado. Estamos aquí gracias a ella», insistió la fiscal Socorro Zaragoza.
Por su parte, la abogada que defiende a Jorge Ignacio Palma sostiene que su defendido es «consumidor de sustancias estupefacientes y tóxicas», por lo que considera que concurre en su representado la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal de toxicomanía y pide su libre absolución.