OCU o la Agencia de Seguridad Alimentaria de Estados.
Esto no es lo que ha ocurrido en el congelador de la abuela de Madam Quasar, una ‘tiktoker’ que se ha propuesto vaciar el congelador de la señora mayor. El objetivo era comprobar todos los alimentos que guardaba en su interior. Poco a poco, las sorpresas fueron llegando. Encontró moras de 1972, fresas de 1984, arándanos de 1983 y 1997, yemas de huevo de 1998, mantequilla de 1992, caldo de jamón de 1993 y para terminar compota de manzana con frambuesas de 1999.
Grabación de los alimentos
Tras el hallazgo que la ‘tiktoker’ realizó en el congelador de su abuela, la joven quiso grabar el estado de todos esos alimentos y cómo habían evolucionado con el paso del tiempo. El resultado fue muy variado. Por ejemplo, los arándanos y la compota de manzana tenían un aspecto bastante normal. Sin embargo, las fresas y las moras se encontraban en completo deterioro.
Pero el alimento que en peor estado se encontraba fueron las yemas de huevo, de 1998. Se trata de un alimento con un corto plazo de vida, incluso aunque se congele. Por ello, los expertos en alimentación recomiendan tomarlo a partir de un mes después de haberlo congelado. Si esto no se cumple, se estaría contribuyendo al desperdicio de comida.
Desperdicio de comida
Mañana, 29 de septiembre, se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Se calcula que, aproximadamente, el 17% de la producción total de alimentos se desperdicia. Este porcentaje hace referencia al 11% de lo que se tira en los hogares, el 5% en servicios de comidas y el 2% en el comercio al por menor.
Todo esto ocurre en un contexto en el que la hambruna en el mundo no para de crecer. Sin embargo, los productos que caducan, olvidados en el fondo de la despensa o en el rincón más inaccesible de la nevera; frutas y verduras estropeadas por no haberlas comido a tiempo, aumentan cada vez más. Por ello, los expertos hacen hincapié en el daño que provoca en el mundo el tirar comida por estos motivos.