Gran Muralla china se desplomó como consecuencia del terremoto de 6,9 grados en la escala de Richter que sacudió el noroeste del país el pasado sábado, según informan medios oficiales.
El seísmo se originó en la provincia de Qinghai, una de las menos pobladas del país. No hubo víctimas mortales, pero sí daños en más de 200 viviendas. Un total de nueve personas, que ya han sido dadas de alta, resultaron heridas y otras 65 fueron reubicadas temporalmente.
Tiembla el Patrimonio de la Humanidad
La sección que se ha visto afectada por el seísmo data de la Dinastía Ming (1368-1644) y se encuentra en la provincia de Gansu, a 114 kilómetros del lugar donde se situó el epicentro del temblor. Ya ha sido asegurada provisionalmente para comenzar cuanto antes las labores de reconstrucción.
No es la primera vez que la Gran Muralla se enfrenta a una reconstrucción. En 2018, ocho kilómetros fueron pavimentados con cemento y arena. Los expertos lo calificaron de «chapuza» y criticaron que no se respetase el aspecto original.
La Gran Muralla, patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1987, es en realidad un conjunto de trozos de muro levantados en diferentes épocas, desde el siglo III a.C. hasta finales del XVII, y de la que se han preservado fragmentos que totalizan unos 8.000 kilómetros y corresponden principalmente a la Dinastía Ming.