La familia sospecha que el bebé podía padecer una peritonitis aguda que no fue detectada en la primera visita.
El Hospital Universitario de Móstoles ha abierto un estudio interno para esclarecer la denuncia de una familia de un bebé de un año que falleció la semana pasada en el centro sanitario por una posible peritonitis aguda, a las 24 horas de haberle dado el alta tras una primera visita al hospital.
Fuentes del Hospital han señalado este lunes que se trata de «un procedimiento habitual» cuando se produce una muerte «excepcional», y la familia reclama una revisión de la actuación sanitaria, además de que «se está colaborando en todo momento con la familia», facilitándoles «toda la información que solicitan».
Los familiares del bebé han relatado al diario «ABC» que acudieron el miércoles pasado a las Urgencias del Hospital de Móstoles después de que el bebé se quejara, aparentemente, de dolor en la tripa y de que llevara «dos o tres días sin hacer deposiciones», aunque por el momento no había presentado «ningún cuadro de vómito».
En esa primera visita al Hospital Universitario de Móstoles, el parte médico recoge que se atendió al menor por dolor abdominal sobre las 6:36 horas y se especifica que, al presentar fiebre de 38,5 grados, se le administró paracetamol.
Sin embargo, se exponía que el menor estaba bien hidratado y alimentado, con buen aspecto y sin «signos de dificultad respiratoria», que no presentaba signos patológicos y que el bebé no mostraba dolor a la palpación superficial ni profunda en el abdomen, ni tampoco signos de irritación peritonal.
Por este motivo, se procedió a dar el alta al niño a las 07:20 horas de ese mismo día, ya que se trataba de fiebre de corta evolución con buen estado general y se recetaba ibuprofeno. Sin embargo, al día siguiente, tuvieron que regresar al mismo centro sanitario dado que el menor presentaba esta vez «vómitos en cada toma de leche y continuaba teniendo fiebre».
En esta segunda ocasión, los médicos observaron que, aparte del dolor y distensión abdominal, el bebé presentaba «taquicardia y presencia de gas extraluminal, que inducían a pensar en signos de neumoperitoneo», por lo que fue ingresado en la UCI y se contactó con el Hospital 12 de Octubre para su derivación.
Sin tiempo a ser trasladado al 12 de Octubre, el estado de salud del menor empeoró, por lo que fue intubado, entrando en parada cardiorrespiratoria en dos ocasiones hasta su fallecimiento ese mismo día.
Según el diario «ABC», el segundo parte médico emitido por el Hospital recoge que el menor padecía «taquicardia supreventricular, sospecha de obstrucción intestinal con neumoperitoneo secundario, infiltración pulmonar, acidosis metabólica y sospecha de sepsis de origen abdominal».
La familia sospecha que el bebé podía padecer una peritonitis (infección) aguda, que no fue detectada en la primera visita al hospital, por lo que están a la espera del informe de la autopsia para interponer una denuncia para que se investigue una posible negligencia médica del centro.