Un total de 18 millones de gafas se prueban cada día en las ópticas de España y todas deben esterilizarse después, según la nueva normativa por el coronavirus. Para ayudar en esta labor un empresario gallego ha creado una caja estanca capaz de desinfectar las lentes en 15 minutos.
Manuel Baltar, empresario de una cadena, explica que «una óptica con 20 entradas con intención de compra y 15 pruebas, son 300 gafas que se prueban». Desinfectar con hipoclorito cada una de estas 300 gafas supondría tres horas de trabajo al día, por eso ellos han buscado una solución.
Las gafas manipuladas se introducen en una cabina que «convierte el oxígeno en ozono, el ozono desinfecta todas las gafas o los productos que estén en su interior y, después, ese ozono se vuelve a estabilizar en oxígeno de nuevo», explica Baltar. Esto permite que nadie tenga contacto con el ozono.
Se trata de una caja estanca y que cumple con todos los requisitos exigidos por la Organización Mundial de la Salud. Se tarda en torno a 15 minutos en reconvertir el ozono en oxígeno y tener las gafas totalmente desinfectadas.
Esta óptica busca tranquilidad y seguridad para los clientes que prueban gafas una y otra vez antes de comprar, y que se adecúan a esta nueva normalidad con mayor confianza.