cuartel gc toledo
cuartel gc toledo

El Ayuntamiento retoma los trabajos tras un mes de paralización, con autorización de la Junta y medidas de seguridad para la gestión del fibrocemento contaminado.

Paralización por amianto y decisión técnica

Las obras de demolición del acuartelamiento de la Guardia Civil de Toledo se han reanudado este miércoles 9 de julio, tras haber sido interrumpidas durante un mes por la detección de material con amianto en el fibrocemento de algunos escombros. La paralización se produjo el 9 de junio, después de que una inspección de la Policía Local detectara canalizaciones sospechosas que fueron analizadas en laboratorio, confirmando la presencia de este residuo peligroso, aunque en una proporción mínima.

La Dirección Facultativa de la obra ordenó la suspensión inmediata de los trabajos, medida que fue ratificada por el Ayuntamiento el 13 de junio, en aplicación del principio de precaución y para cumplir con la normativa ambiental vigente.

Gestión segura de los residuos contaminados

El tratamiento del amianto ha sido confiado a una empresa especializada, que elaboró un plan general de actuación con procedimientos específicos para retirada, transporte y gestión segura de los residuos. Este protocolo ha sido aprobado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCLM) y contempla todas las medidas de protección laboral y medioambiental necesarias.

Los residuos localizados se concentraban principalmente en canalizaciones de desagües, y la retirada ha comenzado tras informar a los usuarios y trabajadores afectados. Con esta intervención completada, se procederá a continuar con la demolición del resto de los edificios del antiguo acuartelamiento, siguiendo el calendario previsto en el plan de emergencia aprobado.

Coordinación institucional y medidas preventivas

El 8 de julio, un día antes de la reanudación, el Ayuntamiento mantuvo una reunión informativa con los adjudicatarios de los pabellones del cuartel, en la que se explicaron las medidas de prevención y seguridad que regirán las siguientes fases del proyecto.

El Consistorio ha subrayado su comunicación continua con la Junta, a la que ha remitido el plan para posibles ajustes o ampliaciones de seguridad en caso de nuevos hallazgos. La prioridad institucional, aseguran, ha sido garantizar que todos los trabajos se realicen conforme a la normativa vigente, minimizando cualquier riesgo para la salud pública y el medio ambiente.

Un proceso técnico y ambientalmente controlado

Aunque el Ayuntamiento de Toledo no ha concretado un nuevo plazo de finalización de la demolición, sí ha recalcado que la actuación continuará con criterios de máxima prudencia y responsabilidad técnica. La demolición forma parte de un plan urbanístico de transformación de esta zona estratégica de la ciudad, y su progreso se había visto ralentizado por la necesaria verificación de la seguridad de los materiales retirados.

La reactivación de las obras marca un punto de inflexión en un proyecto que combina intervención urbana con criterios de sostenibilidad y protección del entorno, en línea con los compromisos ambientales del municipio.

Sigue informado con más noticias relevantes en Ciudad Noticias.