España ha cerrado de forma temporal la frontera de Ceuta con Marruecos tras detectar un nuevo intento de acceso de cientos de inmigrantes subsaharianos por vías irregulares. Desde primera hora de la mañana de este viernes se han desplegado agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, si bien la contención se está desarrollando por parte del reino alauí en el país vecino.
El acceso del Tarajal permanece cerrado tanto al tráfico rodado tras haber detectado la irrupción de cientos de personas que se aproximaban a España desde territorio marroquí. Los movimientos han tenido lugar a partir de las seis de la mañana.
Todos los agentes disponibles de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se han desplegado para frenar el intento de acceso masivo, aunque su participación ha sido testimonial: han sido las fuerzas de seguridad marroquíes las encargadas de evitar que los inmigrantes de origen subsahariano llegaran a la frontera de España.
Según apunta El Faro de Ceuta, la Guardia Civil ha desplegado a sus efectivos en el espigón de El Tarajal, tanto con medios marítimos como aéreos, para evitar que los inmigrantes accedieran a España por este punto. También ha habido un despliegue de agentes en el extremo norte de Benzú y en el resto del vallado fronterizo.
De acuerdo a los datos oficiales del Ministerio del Interior, 220 inmigrantes han entrado en Ceuta y Melilla por vías irregulares y a través de vías terrestres en lo que va de año -con cifras actualizadas el pasado 31 de marzo-, lo que supone un descenso notable de los 1.122 episodios que se registraron en el mismo periodo del año 2022. De esos 220 accesos, 199 han tenido lugar en Ceuta.
Respecto a los datos totales, en el año 2022 llegaron a España 31.219 personas por vías irregulares tanto en accesos marítimos como terrestres. El principal punto de acceso fueron las Islas Canarias, con 15.682 entradas, mientras que otros 12.955 inmigrantes llegaron a Península y Baleares por vías marítimas. A Ceuta y Melilla llegaron 1.114 y 1.175 personas por vías terrestres, mientras que 124 y 169 -respectivamente- lo hicieron por mar.
La gestión migratoria
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado en numerosas ocasiones que la gestión de la política migratoria es uno de los ejes en torno a los que se ha articulado su gestión al frente del departamento. Entre los cambios más destacados durante su dirección han tenido lugar la retirada de las polémicas concertinas del vallado fronterizo y los acuerdos de cooperación con los países de origen y tránsito.
La relación con Marruecos, socio estratégico en la gestión de flujos migratorios, ha atravesado momentos particularmente adversos en los años en los que Marlaska ha dirigido Interior. La crisis diplomática entre Madrid y Rabat propició una de las mayores crisis migratorias de los últimos tiempos, con la entrada de miles de personas por vías irregulares a Ceuta en una única jornada, lo que obligó al despliegue de las Fuerzas Armadas para apoyar en las labores de contención y seguridad.
Tras solventar esa brecha diplomática, España y Marruecos han firmado un nuevo acuerdo de cooperación que incluye la gestión conjunta de los flujos migratorios. En el marco de ese ámbito de colaboración tuvo lugar la tragedia de Melilla, cuando cientos de inmigrantes trataron de irrumpir de forma irregular en la ciudad autónoma: 23 personas perdieron la vida en el intento, según datos oficiales, si bien diversas organizaciones elevan la cifra a registros muy superiores.