Este verano el Gobierno de España aprobó una subida para más de 400.000 pensionistas que supone percibir un 15 por ciento más de prestaciones en una medida que para las arcas del Estado va a tener un coste de 330 millones de euros. Esto afectó a las no contributivas que no han llegado a los años de cotización necesarios. Hay gente que llega pronto y la pide anticipada. También hay quien decide dejar de trabajar antes porque considera que tiene lo necesario para vivir. Ponemos el punto de vista en las personas de 55 años que toman este camino.
A mediados de este 2022, se supo que el número de jubilaciones anticipadas cayó entre enero y julio un 7,63 % interanual, después de que haya entrado en vigor la reforma de las pensiones que incentiva que se retrase unos meses la jubilación anticipada voluntaria y fija que el alta a la jubilación sea mensual en lugar de trimestral. Mientras tanto, la modalidad de jubilación demorada, que incentiva económicamente cada año de retraso, ha aumentado un 5 % entre enero y julio en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta un total de 10.187 altas.
Hay quienes no creen en la viabilidad del sistema. José Luis Escrivá defendió este mes de noviembre su sostenibilidad señalando que el aumento de gasto previsto para 2050 -cuando se afronta el pico de jubilación de la denominada generación del «baby boom»- se abordará con distintas herramientas ya en marcha, como el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) o los cambios ya en marcha para incentivar las jubilaciones demoradas. A la espera de ver si esto se cumplirá, hay quienes son ajenos a este sistema.
El truco
En España no es posible recibir la pensión contributiva hasta los 65 años, siempre y cuando el beneficiario en concreto haya superado los 37 años y 6 o más meses de cotización, existen algunos métodos de ahorro con los que llegar a los 55 años con una cantidad de dinero suficiente para vivir. Hay un sistema que nació en Estados Unidos que se conoce como el movimiento FIRE, que confía en un plan financiero de ahorros e inversiones muy agresivo con el que algunos han conseguido hasta un millón de euros. Pero no es el único.
La experta en finanzas Danathea Doe señala que la primera clave es saber cuánto dinero se necesitaría. Para adelantarse a la edad que impone el gobierno, habría que comenzar a ahorrar entre los 20 y 30 años. A partir de ahí, habría que aplicar una regla que consiste en «coger el salario actual que tengas y multiplícalo por 10«, tal y como explica en Travel + Leisure. Por tanto, si una persona cobra el salario mínimo de 1.000 euros, es decir, 14.000 al año, tendrá que lograr ahorrar como mínimo 140.000 euros.
Esto no es la panacea, ya que hay que tener muchos otros factores en cuenta que podrán afectar a los ingresos en el futuro. Habría que prevenir cualquier inconveniente que pueda suceder y se pueda controlar. «Mi sugerencia es usar la fórmula para establecer una línea de base. Después, investiga qué costaría vivir con el estilo de vida que desea experimentar en la jubilación», apunta la especialista. Hay personas que con solo 37 años y siguiendo consejos de este tipo han conseguido finalizar su etapa laboral.