La Xunta tiene un borrador “muy avanzado” que pretende remitir en la primera semana de septiembre al Gobierno para que las comunidades autónomas puedan gestionar la pandemia
Galicia no comparte la receta del Gobierno de España para combatir los rebrotes de la pandemia provocada por la covid-19. Si el inquilino de La Moncloa, el socialista Pedro Sánchez, ofreció el martes tras la reunión del Consejo de Ministros a las comunidades autónomas los poderes de un estado de alarma a la carta en cada territorio, ayer el mandatario gallego respondió a la iniciativa gubernamental señalando que su modelo parte de modificar la legislación ordinaria correspondiente a la Ley de Salud Pública.
En línea con el rechazo a la medida propuesta por Sánchez realizada el propio martes por el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ayer Feijóo también cuestionó el modelo ofrecido por el Gobierno.
El titular de la Xunta pretende con su iniciativa evitar que la gestión de la pandemia vuelva a realizarse en el futuro a través de la figura del estado de alarma ya que, según su criterio, esta propuesta “casa poco con las competencias descentralizadas” que marcan la organización del Estado español.
Dentro de este panorama de tira y afloja entre el Gobierno socialista y las comunidades autónomas, sobre todo del PP, Feijóo avanzó que Galicia remitirá una propuesta de ley orgánica que dé herramientas jurídicas a los territorios para combatir la pandemia.
“Tenemos un borrador avanzado”, abundó el inquilino de Monte Pío, que incidió en que el documento será remitido a Madrid en la primera semana de septiembre y podrá ser tramitado de forma urgente. La modificación que propone Galicia de la legislación actual concretará las decisiones que puede tomar un presidente autonómico sin necesidad de ratificación judicial.
El presidente gallego recordó que de forma reiterada él lleva meses pidiendo la modificación de la legislación ordinaria. “Ante los cinco meses perdidos del Gobierno central, en Galicia hemos elaborado un texto de modificación a la Ley Orgánica de Salud como aportación leal de una comunidad autónoma preocupada y ocupada por la pandemia”.
En todo caso, a su juicio, parece un contrasentido que en un país tan “castigado” por el coronavirus como es España no puede haber 17 formas de actuar. “Lo lógico es que si somos una nación especialmente castigada, que no haya 17 respuestas diferentes”, zanjó.
En línea con Feijóo se expresaron otros presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. El titular de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pidió a Sánchez que lidere una misma estrategia para dar una respuesta igualitaria a un enemigo común, el coronavirus, que permita ser rápidos y eficaces.
Mañueco afeó la “estrategia política” del inquilino de La Moncloa de “echarse a un lado” sin asumir responsabilidades en estos momentos cuando se necesita “responsabilidad y coordinación”.
Para combatir la pandemia consideró, al igual que Feijóo, que “con la modificación de la legislación ordinaria es más que suficiente”, pero dejó la puerta abierta a la posibilidad de utilizar el arma puesta a su disposición por parte del Gobierno, aunque la adopción del estado de alarma debe guiarse por “indicadores iguales” para evitar desigualdades entre territorios e incertidumbre entre los ciudadanos.
Por su lado, el portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, criticó asimismo que Sánchez descargue la responsabilidad de combatir la pandemia a las comunidades autónomas, cuando precisamente se requiere ahora el “liderazgo y coordinación” del Gobierno. “La sensación que tienen los españoles hoy es, bueno, sálvese quien pueda; 17 soluciones distintas para la pandemia, 17 soluciones diferentes. No, esto va de que esto tiene que ir de todos y para todos y eso se tiene que hacer desde el Gobierno de la nación, al gobierno de las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, por supuesto”, dijo.
Por tanto, se requiere un liderazgo por parte del Gobierno y no puede ser que la solución que da Sánchez al resto de administraciones es aplicar la ley que regula el estado de alarma, que tiene 35 años de vigencia, cuando se anunció por su parte “todo un conjunto legislativo” para frenar la pandemia sin recurrir a este mecanismo excepcional.
Y es que para Martínez-Almeida el presidente del Gobierno “no ofrece nada” a las autonomías con la opción de solicitar la declaración del estado de alarma singularizado al territorio. “Es que no es ni un ofrecimiento que hace el presidente del Gobierno, es que es el mecanismo que existe desde hace 35 años, pues el artículo cinco (de la Ley Orgánica 4/1981) viene que el presidente de una comunidad puede solicitar al presidente del Gobierno la declaración del estado de alarma. No es un ofrecimiento sino lo que dice la ley”.
En el extremo opuesto, la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, explicó que el Ejecutivo catalán debe estudiar detenidamente la invitación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de declarar un estado de alarma individualizado ante el impacto de la covid-19 una vez conozcan “todos los detalles”. Budó recogió así el guante lanzado el día anterior por el gobierno en declaraciones a RNE.
Los presidentes de comunidades autónomas socialistas también salieron a realizar manifestaciones públicas sobre el ofrecimiento del Ejecutivo español. El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, valoró las medida ya que consideró que “reforzar la idea de cogobernanza es un ejercicio de democratización y profundización del Estado de las Autonomías”.
Puig afirmó que, si fuera necesario para garantizar la salud pública de los valencianos, “por supuesto” se acudiría a este mecanismo, para el que considera que ya hay una “seguridad jurídica”, si bien el estado de la pandemia en la actualidad no lo requiere porque la situación en la Comunitat está “controlada”: “Peor de lo que nos gustaría pero mejor que la media español”. “No es satisfactoria pero ahora no se dan las circunstancias para este planteamiento”, dijo, y apeló a la “corresponsabilidad” de todas las instituciones para crear una “atmósfera hostil” al coronavirus.
“Lo valoro positivamente; creo que es el camino correcto la cogobernanza, corresponsabilidad y la capacidad de codecidir”, indicó Puig. “Desde una visión autonómica y de España plural y diversa, que haya la capacidad de una comunidad autónoma de tomar una decisión que será avalada por el Gobierno, me parece una noticia positiva que defiende la autonomía y una respuesta adecuada a la covid”.
En esta línea, sostuvo que las diferencias de la pandemia en los distintos territorios no pueden tener una respuesta ni “homogeneizadora” ni “unívoca” y aseguró no entender las críticas “a la capacidad de autogobierno”. A su juicio, con ello, “algunas personas no evalúan su propia responsabilidad”, algo que defendió que se debe hacer por parte de cada autonomía, por ejemplo como se realizó en el ámbito educativo con la ‘vuelta al cole’ en el caso de la Comunitat, y apuntó que todas las CCAA deberían “asuman sus competencias y trabajar en condiciones adecuadas para garantizar el funcionamiento del Estado”.
En todo caso, y en relación con la situación de la Comunitat, dijo que la incidencia de la pandemia está por debajo de la media española.