Con motivo del Día mundial contra el cáncer de colon, que se celebra hoy, la Consellería de Sanidad quiere recordar la importancia de la detección precoz de esta enfermedad, y hace un llamamiento a población gallega para que participe en los cribados del Programa gallego de detección precoz del cáncer colorrectal. La iniciativa está dirigida a hombres y mujeres de 50 a 69 años y su objetivo es detectar precozmente esta enfermedad.
El programa comenzó a funcionar en el año 2013 y participaron en él un total de 449.672 personas. Durante este tiempo y hasta diciembre de 2019, se enviaron un total de 1.046.823 invitaciones y participaron en el programa el 44,39% de las personas invitadas, siete puntos superior en mujeres (47,7%), que en hombres (40,8%). Al analizar la participación por ronda de cribado, se puede observar que aquellas personas que ya participaron alguna vez lo vuelven a hacer en un 91,6%.
Desde el inicio del Programa y hasta diciembre de 2019, se realizaron colonoscopias a un total de 26.647 personas. Gracias a estas pruebas se pudieron identificar 1.436 cánceres invasivos, de los que el 67% estaban en estadios precoces en los que su pronóstico es significativamente mejor (49% en estadio I y 18% en estadio II). Se comparamos estos resultados con los de los cánceres colorrectales detectados había sido del cribado, tan sólo el 14% son diagnosticados en estadio I. Además de los cánceres también se identificaron 4.736 personas con adenomas de riesgo alto, 6.572 de riesgo medio y 5.983 de riesgo bajo.
Hace falta subrayar que la Consellería de Sanidad completó la cobertura total a toda la población objetivo del Programa gallego de detección precoz del cáncer colorrectal en 2019, cinco años antes del que establece la Cartera básica común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS). Aunque por motivo de la pandemia hubo que aplazar los llamamientos del cribado desde marzo del año pasado, el Sergas retomó las citas de precolonoscopias y colonoscopias pendientes en cuanto se recuperó la actividad en el mes de mayo.
Funcionamiento del programa
La prueba de cribado consiste en la detección de sangre oculta en las heces. La población diana, hombres y mujeres de 50 a 69 años, recibe en su domicilio un folleto donde se le explica el programa, una carta con una invitación a participar y una tarjeta de aceptación con franqueo pago. Para aceptar la participación, el usuario puede devolver la tarjeta depositándola en cualquier buzón o aceptar de forma telemática, siguiendo las instrucciones que se le aportan en la propia carta. Seguidamente se le envía a su domicilio el material necesario para la toma de la muestra y las instrucciones para recogerla.
Una vez recogida, el participante la deposita en su centro de salud desde donde se remitirá al laboratorio del hospital de referencia para su análisis. Las personas con resultado negativo recibirán una carta con este resultado de normalidad y se les volverá a invitar en el plazo de dos años. Las personas con resultado positivo en el test son citadas en la consulta de su médico de atención primaria para explicarles el significado y la necesidad de realizar una colonoscopia para descartar o confirmar la presencia de lesiones.
La colonoscopia de cribadoo tiene un carácter diagnóstico y terapéutico, ya que permite visualizar y extirpar todas las lesiones detectadas. Una vez realizada y extirpadas -en su caso- las lesiones sugestivas de malignidad, estas son analizadas en el laboratorio de Anatomía Patológica y el programa de acribillado realiza una evaluación de riesgo de todos los pacientes, los clasifica de acuerdo a este riesgo y establece el seguimiento adecuado para cada paciente.
Tumor más frecuente en la población
El cáncer colorrectal es el tumor maligno más frecuente en la población. En las mujeres es el segundo en incidencia por detrás del de mama; y en los hombres es el tercero tras el cáncer de pulmón y el de próstata. En relación a la mortalidad, es la segunda causa de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres y constituye la quinta causa de mortalidad en Galicia.
Este tipo de cáncer no produce síntomas hasta que ya está muy avanzado, por lo que la mayor parte se diagnostican en estadios avanzados, lo que afecta a la supervivencia de los pacientes ya que, a los cinco años del diagnóstico, es del 75-90% si el cáncer es detectado en fases iniciales (fase I-II) y de tan sólo del 15% cuando es detectado en fases más avanzadas (fase IV). La detección precoz puede disminuir la mortalidad por esta enfermedad en un 35%.