Salut prevé que las UCI estén colapsadas el 14F pero evita pronunciarse sobre el aplazamiento electoral

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El Departament de Salut catalán cree que la situación epidemiológica será muy mala de cara al 14 de febrero, día en que están previstas las elecciones autonómicas. Los escenarios que baraja este departamento son ligeramente peores que los que tenía a principios de semana pero los técnicos evitan pronunciarse sobre si se deben celebrar los comicios dentro de un mes. Ahora mismo no se descarta que durante las próximas semanas se deban endurecer las restricciones si los datos siguen empeorando.

En el departamento consideran que lo óptimo sería evitar la movilización de más de 5 millones de votantes, pero a la vez admiten que no hay ningún estudio que establezca la repercusión epidemiológica de celebrar unos comicios en plena pandemia. A su vez, quieren ser “respetuosos” con el derecho fundamental de voto, explican fuentes de la conselleria.

Salut baraja dos escenarios como los más probables de cara al 14F. En la mejor de las tesituras, prevé que los casos diarios en ese momento sean unos 3.000 y que en las unidades de críticos haya alrededor de unos 620 pacientes. El segundo escenario, aún más pesimista, augura unos 4.000 casos diarios y alrededor de unos 750 pacientes en las UCIs el fin de semana de las elecciones. “Cada día que pasa el escenario 1 toma mayor peso”, señalan fuentes del departamento. “Pero lo más probable es que finalmente sea una situación intermedia entre los dos escenarios previstos”. Las predicciones, en todo caso, prevén que haya más de 620 pacientes en las unidades de críticos el día de las elecciones. 

A partir de los 400 pacientes en unidades de críticos es cuando se empiezan a desprogramar operaciones en algunos centros. A partir de los 500 se considera que la desprogramación es ya “generalizada” y a partir de los 650 pacientes en UCI es cuando se empiezan incluso a desprogramar intervenciones urgentes. Según las propias predicciones de la conselleria, si se celebraran las elecciones el 14 de febrero se harán en un contexto en el que los hospitales ya habrán empezado a desprogramar operaciones y en el que incluso se puedan estar cancelando intervenciones urgentes. 

Los escenarios descritos tienen en cuenta que las restricciones anunciadas el pasado 7 de enero -que incluyen un confinamiento municipal además de las limitaciones existentes en la hostelería- tendrán efecto durante los próximos días. “Todavía es temprano para poder evaluar si están funcionando”, admiten las mismas fuentes. Hay, sin embargo, un tercer escenario mucho más pesimista que tiene en cuenta la irrupción de la cepa británica en Catalunya y que las restricciones anunciadas la semana pasada no tengan efecto. En ese caso la situación el 14 de febrero podría suponer unos 9.000 casos diarios y casi 1.200 pacientes en las unidades de críticos. 

Cuando el Govern elaboró a finales de octubre su protocolo para celebrar las elecciones de manera segura en un contexto de pandemia, la situación epidemiológica no distaba mucho de la actual o era incluso peor. Había más de 5.700 contagiados diarios -este jueves eran 4.473- y la velocidad de transmisión era de 1,46 frente al 1,32 de este jueves.

La Generalitat, con todo, preveía poder hacer bajar la incidencia durante el otoño y ahora solo tiene un mes de margen hasta el día de los comicios. «Con lo que teníamos hicimos el mejor protocolo posible para celebrar las elecciones en plena pandemia», admiten desde el departamento. «Hemos estirado el marco normativo, hemos incentivado el voto por correo y hemos intentado ofrecer el máximo de garantías posibles», insisten. A falta de un mes exacto para los comicios, los expertos en salud de Catalunya no tienen claro que todo esto vaya a ser suficiente.