Nadal, que llevaba desde enero sin jugar un partido oficial, ha disputado un partido irregular, teniendo en cuenta los más de dos meses de inactividad. El primer set fue del ruso, que durante todo el encuentro ha jugado a un nivel que se recordará durante mucho tiempo.
Rublev lleva más de un año y medio ganando torneos, enlazando rachas de victorias inalcabzables y compitiendo en todas las superficies contra los mejores jugadores del planeta. En el día de hoy jugó como el sabe, dominando con la derecha, metido dentro de pista y defendiendo a un nivel estratosférico cuando el momento lo requería. Nadal no pudo imponer su juego ante las acometidas de Rublev, el número 8 del mundo no le dejó coger la iniciativa nunca, apenas le daba tiempo para pensar, el español recibía los golpes a más de 160 kilómetros por hora en un intercambio normal.
Al principio, parecía que el encuentro iba a ser un paseo para Rublev, pero Rafa, como siempre, despertó en el momento adecuado y se llevó el segundo set remontando bolas de break en contra. Con el partido igualado muchos podían pensar que el balear ya tenía el partido en el bolsillo, pero no… Rublev no es un cualquiera.
El ruso en el momento decisivo del partido subió el nivel, más aun, y puso la puntilla a un Nadal cansado y que se vio superado en la tercera manga. La sensación que ha dado Rublev hoy es de ser imbatible, no tiene debilidades y cuando está motivado y el físico le acompaña es capaz de ganar a cualquier jugador en cualquier superficie. Mañana el noruego Ruud sabrá lo que ha sentido Nadal hoy.
Rafa Nadal volverá a competir en el Conde de Godó en Barcelona, torneo que hace varios años que no gana, en esta edición buscará su 12 trofeo.