El Reino Unido ha endurecido su postura y ha pedido a sus ciudadanos que no viajen a ningún destino español, incluidas las islas Canarias y Baleares. Desde el Gobierno aseguran que siguen trabajando para suavizar este veto, mientras el sector turístico ya registra las primeras cancelaciones.
Esta misma madrugada el Daily Telegraph ha publicado que esa cuarentena podría reducirse a 10 días, aunque también recoge que será obligatorio someterse a una PCR.
El Ejecutivo británico anunció el pasado día 25 la imposición desde el día siguiente de una cuarentena obligatoria a los ciudadanos llegados de España, so pena de multa de hasta 1.000 libras (unos 1.027 euros), entre las críticas del sector turístico y los veraneantes por la falta de preaviso.
La cadena pública BBC ha informado de que, según fuentes gubernamentales, el Gobierno británico ha mantenido conversaciones con el español sobre esos posibles corredores seguros con Baleares y Canarias, pero quiere revisar los datos epidemiológicos y no tomará una decisión de forma inmediata.