La regulación del cannabis para uso terapéutico en España ha quedado en un limbo de incertidumbre. Aunque parecía una realidad inminente después de su aprobación en el Congreso hace un año, la convocatoria de elecciones anticipadas y los retrasos han hecho que esta posibilidad se vea cada vez más lejana.
Aprobación inicial y promesas de regulación
El 21 de junio de 2022, una subcomisión del Congreso especializada en el estudio de la regulación del cannabis con fines terapéuticos aprobó un informe lleno de recomendaciones para el Ministerio de Sanidad. Estas recomendaciones, ratificadas una semana después en la Comisión de Sanidad, pretendían ser la base para un futuro plan de regulación.
El informe propuso limitar el uso del cannabis como complemento en el tratamiento de varias enfermedades y condiciones como el dolor crónico, ciertas formas de epilepsia, náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia, entre otros.
Dudas y falta de claridad
El informe, sin embargo, dejaba en el aire varias cuestiones. No se especificaba el número de pacientes que podrían beneficiarse de la nueva regulación, ni cómo o dónde podrían obtener los tratamientos basados en cannabis. Asimismo, no se ofrecían detalles concretos sobre los tipos de productos de cannabis que se podrían dispensar y dónde.
Informe pendiente y convocatoria de elecciones
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) fue la encargada de elaborar un informe para definir y garantizar la disponibilidad de productos de cannabis en el mercado farmacéutico. Casi seis meses después de la fecha límite establecida para su entrega, este informe aún está siendo revisado por otros departamentos del Ministerio de Sanidad.
La convocatoria de elecciones anticipadas ha añadido más incertidumbre al futuro de la regulación del cannabis medicinal. Sin embargo, a pesar de la disolución del Congreso, el proceso de regulación podría reanudarse una vez se vuelvan a constituir las cámaras.
La lucha continúa
El Partido Nacionalista Vasco (PNV), impulsor de la creación de la subcomisión, ha manifestado su decepción ante el estancamiento del proceso, pero asegura que seguirá insistiendo. También la comunidad médica y científica continúa abogando por la regulación del cannabis medicinal, señalando que puede ser de gran utilidad en el manejo del dolor crónico y oncológico.
Por su parte, los pacientes esperan que el nuevo Ministerio de Sanidad haga de esta cuestión una prioridad, y que finalmente puedan beneficiarse de tratamientos con cannabis, evitando la incertidumbre y el sufrimiento innecesario.