Nexus, 2CB, Tucibi, Venus o Eros. Son solo algunos de los nombres por los que se conoce a una droga particularmente llamativa por su color y por ser una de las sustancias estupefacientes más caras en el mercado negro. Se le ha bautizado como «la droga de la alta sociedad», y no es para menos porque su precio ronda los 100 euros el gramo. Por su tacto, color y forma, los que la consumen prefieren llamarla ‘cocaína rosa’, aunque de coca tiene más bien poco. Concretamente, solo el nombre.
Este polvo rosa empezó a popularizarse en España sobre el año 2000 pero, tal y como entró, se marchó en 2008, ante la crisis económica que estaba a punto de golpear a todas las alas de sociedad. Es por eso que sus consumidores, aquellos que podían permitirse pagar tales cantidades de dinero por un subidón, dejaron de comprarla. Fue su propio creador, el farmacéutico y creador de otras tantas drogas psicoactivas, Alexander Shulgin, el que calificó a su Venus como una sustancia para «la alta sociedad», así que, cuando en las carteras empezaron a escasear los billetes, el Nexus fue olvidado.
El polvo rosa de moda entre la élite
O no. Porque ha vuelto a las calles. Precisamente, este martes, la Policía Nacional ha detenido a una madre y a su hijo por ‘cocinar’ este tipo de droga en un laboratorio clandestino que tenían organizado en su vivienda en Madrid, en el barrio de San Blas. Ambos implicados trataron de deshacerse del material y de los más de 70 gramos de cocaína rosa, sin éxito.
Los agentes vienen advirtiendo desde hace un par de años que la 2CB (por su nombre químico) vuelve a estar de moda en España, especialmente entre los más jóvenes. Se ha convertido en una de las sustancias preferidas entre este grupo de la sociedad, algo que también comparten con el mismo Shulgin. De las más de mil drogas sintetizadas que probó, tal y como él documentó antes de fallecer, la cocaína rosa era una de sus 6 favoritas.
Un viaje de absoluto descontrol
El creador asegura que no se trata de una droga mortal: él mismo hubiese muerto de haber sido una sustancia más agresiva. Al probarla, se confundió de cantidad, y terminó ingiriendo casi 100 veces más de este polvo de lo que pretendía. «El viaje fue alucinante», confirmó, pero pudo contarlo. Lo cierto es que por ahora no existe ningún caso documentado de fallecimientos relacionados con el Nexus.
La droga del amor, de la sexualidad, de la belleza…de ahí sus otros nombres Venus o Eros, y que dura unas 4 horas. Los efectos alucinógenos del LSD, acompañados de los efectos enérgicos y eufóricos del MDMA, provoca una sensación de fuerza exagerada y un intenso nerviosismo y excitación sobre el que lo consume.
De un subidón a trastornos psicóticos por 100 euros el gramo
El problema, más allá de que toda droga tiene algún impacto negativo sobre nuestra salud, es el alto poder adictivo que tiene. La cocaína rosa es equiparable al de otras sustancias psicoactivas como la metanfetamina. Además, el hecho de que sus efectos están a medio camino entre el MDMA y el LSD, puede provocar consecuencias devastadoras tanto a corto como a largo plazo sobre los consumidores: ataques de ansiedad y de pánico, depresión, trastornos psicóticos…
Trastornos que ya en 2018 dieron de que hablar. A principios ese año, tres jóvenes madrileños, que dijeron haber consumido cocaína rosa en su casa, pasaron de colocarse a, literalmente, comerse entre ellos. Por la gravedad de los mordiscos, uno de los protagonistas tuvo que ser ingresado en el hospital. En su momento, empezó a popularizarse como ‘la droga caníbal’ aunque, al final, resultó ser un «falso» estigma. Al menos, de eso trataron de convencer los profesionales del sector de los estupefacientes.
Una afirmación, que a la vista del nuevo laboratorio ilegal que la Policía Nacional ha desmantelado en Madrid, resultó calar entre los consumidores del polvo rosa de moda entre «la alta sociedad».