El Ayuntamiento de Puertollano intensifica la fumigación contra la oruga procesionaria, logrando una notable reducción de su presencia en zonas verdes y escolares.
Un tratamiento eficaz para controlar la plaga
El Ayuntamiento de Puertollano ha llevado a cabo en las últimas semanas un plan de fumigación contra la oruga procesionaria, aplicando tratamientos en diversas zonas con coníferas dentro y fuera del casco urbano.
Este programa de control de plagas, que se desarrolla por tercer año consecutivo, está obteniendo resultados muy satisfactorios, con una reducción progresiva de la presencia de bolsas de orugas en los pinos.
«Cada vez se detectan menos bolsas en el arbolado, lo que confirma la efectividad del tratamiento», ha explicado José María Hurtado, técnico de la empresa Athisa, encargada del control de plagas.
Zonas tratadas y método de aplicación
El tratamiento consiste en una pulverización ambiental con saditrina, aplicada en lugares donde se ha detectado la presencia de orugas en pinos y cedros.
Las actuaciones han abarcado numerosos puntos de Puertollano, incluyendo:
- Parques y plazas: Plaza Donantes de Sangre, Plaza del Minero, Plaza Vía Crucis, Plaza Magdalena, Parque Pozo Norte, Paseo del Bosque, Parque de la Rincona y jardines de Family Cash.
- Calles y avenidas: Asdrúbal, Teresa de Calcuta, Fernando El Santo, Palencia, Malasaña, Avenida Malagón y Avenida Primero de Mayo.
- Entornos escolares y deportivos: Piscina María Luisa Cabañero, Estadio Sánchez Menor, Instituto Juan de Távora, Colegio Inmaculada Enpetrol, Jardines Padre Poveda y antiguo centro de adultos.
El producto utilizado elimina la plaga dentro de la propia bolsa, por lo que, aunque en algunos árboles sigan visibles, estas estructuras son inertes y no suponen peligro para los viandantes.
Prevención y seguridad para la ciudadanía
La fumigación se ha realizado en periodos sin lluvia para garantizar la máxima eficacia del tratamiento, aplicándose en distintos momentos del día e incluso en horario nocturno, según ha detallado la concejala de Salud Pública, Inmaculada Amaro.
Este plan es clave para proteger la salud pública, ya que la oruga procesionaria puede provocar reacciones alérgicas en caso de contacto.
Por otro lado, el Ayuntamiento ha querido tranquilizar a la población sobre la presencia de otras orugas en zonas verdes sin pinos, ya que, a diferencia de la procesionaria, no son tóxicas ni peligrosas.