Así lo ha expuesto el diputado regional en rueda de prensa celebrada en las Cortes regionales, donde ha asegurando que «el único enemigo que tiene el Tajo en estos momentos es el PP de España», y que ante la «cobardía» de Núñez los alcaldes de municipios ribereños gobernados por el Partido Popular están «indecisos» y no saben qué decir, quedando así «huérfanos de opinión» puesto que «su líder» es «incapaz» de defender a nivel nacional lo que quieren los ediles ribereños que, en su opinión, es acabar «con los problemas de falta de posibilidad de uso de agua».
De otra parte, ha manifestado que los dirigentes del PP en Murcia defienden de forma «muy clara» su objetivo que es que este trasvase permanezca, posición que ha llevado al parlamentario socialista a preguntarse cuál es la opinión que defiende Paco Núñez en Castilla-La Mancha y cuál es su objetivo.
BAJADA DE ENTREPEÑAS Y BUENDÍA
Pérez Torrecillas ha realizado estas manifestaciones después de que conocer que los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han sufrido una «enorme bajada de las existencias del agua» durante la última semana de 19,76 hectómetros cúbicos en sus reservas, almacenando un total de 642,9 hectómetros cúbicos.
Un descenso que Pérez Torrecilla ha valorado como «innecesario», ya que ha asegurado que desde el mes de junio se han trasvasado a la zona del levante 114 hectómetros cúbicos de agua, por lo que considera que esta zona en la actualidad «no necesita ni un litro más de agua procedente del Tajo».
Así, ha expuesto que las reservas del Levante en la actualidad son «muy superiores» a las habituales a esta época, consiguiendo almacenar más de 250 hectómetros cúbicos de agua «procedente de trasvases anteriores que no se han utilizado», lo cual, a su parecer, da una idea de la «nula necesidad de agua del trasvase» que tiene en estos momentos la zona del levante.
Por ello que haya insistido en lamentar la «cobardía» del presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, por ser «incapaz de defender la finalización del trasvase», añadiendo que su partido es un «cobarde» en la «defensa de los intereses regionales respecto al agua».
Por contra, ha concluido añadiendo, el PSOE defiende lo mismo en Castilla-La Mancha que en el Estado y que esa defensa es «acabar ya» de forma «inminente» de producir y ocasionar «problemas» en la cabecera del trasvase.