prisión provisional comunicada y sin fianza para la doctora Noelia de Mingo tras apuñalar a dos mujeres en la localidad madrileña de El Molar. Está acusada de un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de atentado a agente de la autoridad, ya que también agredió al agente que trató de reducirla.
De Mingo ingresará en la Unidad de Psiquiatría de la cárcel de mujeres de Estremera, por si procede su traslado al centro penitenciario-psiquiátrico de Foncalent (Alicante), según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), por orden de la titular del juzgado.
La doctora se ha acogido a su derecho a no declarar en la vista celebrada este martes en el Hospital Infanta Sofía, donde se ha mostrado «orientada y apesadumbrada».
¿Quién es Noelia de Mingo?
La doctora Noelia de Mingo empezó a ser conocida hace 18 años, cuando fue condenada a 25 años de reclusión en centro psiquiátrico por asesinar a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz en 2003. De Mingo salió en libertad en octubre de 2017 por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, que, de acuerdo con el juez de Vigilancia Penitenciaria de Alicante, los informes médicos y forenses y con la posición del fiscal, sustituyó el internamiento en centro psiquiátrico por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar.
Desde aquel momento, Noelia de Mingo ha estado sometida a controles médicos y, según el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el último informe facilitado por los médicos del Hospital Infanta Sofía indicaba que la paciente «no presenta descompensación psicótica». Además había acudido puntual a tomarse la medicación, el antipsicótico que los médicos le han recetado y que se le pone cada cuatro semanas, según indica el mimo informe.
Hace apenas dos meses, el Instituto de Medicina Legal de Madrid, concretamente su Servicio de Especialidades Psiquiatría Forense, aseguraba que Noelia de Mingo «padece una enfermedad grave de curso crónico de la que en la actualidad no presenta sintomatología psicótica activa». Actualmente, según este mismo informe, la investigada «no padece una descompensación psicótica, si bien requiere la necesidad de un estudio posterior».
El TSJM ha recordado que, cuando la mujer quedó en libertad, todos los informes incidían en la situación de estabilidad de la enferma, en la realidad de que no había vuelto a presentar episodio alguno de descompensación, y ante el hecho de que era plenamente consciente de su enfermedad, de los síntomas que podían descompensarle el curso de su dolencia y la conciencia del daño que había causado.
La Audiencia Provincial de Madrid condicionó el tratamiento ambulatorio a que la afectada se sometiera hasta el fin de la reclusión al control, al principio quincenal, de psiquiatría del Hospital Infanta Sofía, de San Sebastián de los Reyes, a la supervisión de los médicos forenses de la propia Audiencia Provincial y al compromiso adquirido por la familia de dar cuenta al tribunal y al especialista clínico de la aparición de síntomas de descompensación en la enferma.