109.000 vacantes de empleo se quedan sin cubrir en nuestro país, según la ministra de Trabajo. Se concentran sobre todo en los sectores turístico y de la construcción. A las puertas del verano, la falta de personal pone en riesgo la campaña en restaurantes, bares y hoteles.
La mesa del diálogo social se reúne precisamente hoy para abordar lo que se ha dado en llamar la ‘gran dimisión’. Será una reunión técnica en la que Trabajo, patronal y sindicatos tratarán de buscar soluciones a un problema acuciante.
El verano se prevé de récord y la hostelería está desesperada por la falta de trabajadores para reforzar las plantillas. En Galicia calculan que cuentan con 2.000 camareros menos que antes de pandemia. También tienen problemas para encontrar empleados los hosteleros de Baleares, Cataluña, Comunidad Valencia, Murcia, Aragón, Asturias….
¿Por qué no hay camareros?
Los empresarios achacan el problema a los continuos cierres de actividad por la pandemia y aseguran que mucha gente se ha ido a otros sectores en estos últimos dos años. Sin embargo, los sindicatos aseguran que la razón principal está en las condiciones laborales que se ofrecen, en muchos casos con extensas jornadas de trabajo y sueldos bajos.
Según un estudio del portal de empleo Infojobs, el principal motivo por el que los candidatos de nuestro país rechazan ofertas de empleo en la actualidad es por los bajos salarios. 8 de cada 10 aspirantes a un trabajo lo descartan por este motivo.
Según Silvia Montejano, secretaria de servicios sociales de CCOO en Baleares, «cuando más empleo hay, y esta temporada se espera excelente, los trabajadores son un poco más selectivos a la hora de seleccionar ofertas». Y no sólo valoran las condiciones económicas sino también «la conciliación o la salud». Asegura Montejano que «hay que respetar los descansos y que se acaben esas jornadas maratonianas de 12 horas o más».
Ginés Navarro es propietario del restaurante La Murciana, en Valencia. Nos ha contado que cada vez recibe menos currículos y que además «son perfiles de primeros trabajos, gente estudiante, no cualificados». Sobre las condiciones de trabajo asegura que «los contratos están dentro de la normativa y los convenios, aquí ningún trabajador cobra menos de 1.300 euros y tratando de que tengan jornadas más livianas para que puedan conciliar».
Traer a refugiados ucranianos
El problema es «gravísimo», en palabras de Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. Se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de traer a refugiados ucranianos para darles trabajo y aliviar la escasez de mano de obra, pero «tenemos muchos problemas a la hora de traer a gente de fuera para cualquier puesto de trabajo», asegura. Cuerva ha denunciado que se encuentran con «procedimientos farragosos que hacen imposible atraer mano de obra extranjera».
Además, el presidente de la Confederación de la pequeña y media empresa, dice que esto no es algo exclusivo de la hostelería, sino que el “problema es transversal, de diferentes sectores y territorios”.
También faltan médicos
Lo que ha pasado este año con la asignación de plazas MIR no ocurría desde hace años. Más de 200 plazas se han quedado desiertas. Normalmente el cupo de plazas convocadas se agota en su totalidad o como mucho se quedan una o dos sin cubrir.
Esto significa que durante los próximos cuatros años el Sistema Nacional de Salud dejará de formar a 217 especialistas, lo que agravará aún más la falta de profesionales que se ha hecho todavía más evidente desde que empezó la pandemia.
La mayor sangría se ha dado en Medicina de Familia, que no ha sido capaz de asignar 200 plazas de las 2.336 ofertadas. Castilla y León es la comunidad autónoma más afectada. Allí no se ha cubierto el 28% de las plazas MIR para médico de familia.