Kim Jong-Un entregó pistolas a oficiales militares en el aniversario de la Guerra de Corea.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, visitó el lunes un cementerio nacional y entregó pistolas conmemorativas a mandos militares, según medios estatales, en un intento de recabar apoyo ante un posible brote de coronavirus.
Las autoridades anunciaron el domingo que Kim había puesto en cuarentena una ciudad en la frontera con Corea del Sur y declarado el estado de emergencia, después de que se identificara allí a una persona con posibles síntomas de COVID-19. Si se confirma que el paciente tiene coronavirus, sería el primer caso reportado oficialmente en el país, aunque muchos expertos internacionales creen que el virus ya se ha extendido por el país.
Kim visitó un cementerio a las afueras de Pyongyang donde hay enterrados caídos de la Guerra de Corea para conmemorar el 67mo aniversario del final de la guerra disputada entre 1950 y 1953, según indicó la Agencia Central de Noticias de Corea. Kim dejó una rosa y se inclinó ante un gran monumento en el Cementerio de Mártires de la Guerra de Liberación de la Patria, según la agencia oficial, que no concretó cuándo acudió Kim al lugar.
El armisticio que puso fin a la guerra en 1953 aún no ha sido sustituido por un tratado de paz, de modo que la Península de Corea sigue técnicamente en Guerra. Corea del Norte considera la firma del armisticio como una victoria y suele utilizar el aniversario como una oportunidad para fomentar el nacionalismo.
Kim necesita reforzar la unidad del país mientras trata de hacer frente a las duras sanciones lideradas por Estados Unidos y la pandemia del coronavirus, que en enero le obligó a cerrar su frontera norte con China, su principal socio comercial y benefactor.