Sigue la tormenta después de que el PSOE y Unidas Podemos anunciaran una derogación integra de la reforma laboral. Aunque horas después de hacerse público, se matizara diciendo que sería una reforma parcial, el malestar entre los empresarios provocó que rompieran el diálogo social.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó al líder de la patronal, Antonio Garamendi, un día después de que se anunciara el acuerdo para derogar la reforma laboral. Pedro Sánchez quiso así calmar a los empresarios para reconducir el diálogo, pero no está claro que lo haya conseguido. La confianza se ha deteriorado, y la CEOE no está dispuesta a dar su visto bueno a una derogación completa.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha confiado en que Antonio Garamendi reconsidere su intención de «suspender» su presencia en la mesa de diálogo social, y ha apelado a su sentido de Estado: «No es un patriota de boquilla».
María Jesús Montero insistió en que «sin ellos es imposible un proyecto de Estado para España y transitar esta situación de desescalada» y ha señalado que «el programa de Gobierno es público y siempre hemos sido transparentes con las medidas que queremos abordar para el futuro».