Habrá reunión de barones territoriales. Tras la tensa reunión del Comité de Dirección de ayer, Pablo Casado se reunirá este miércoles con los líderes autonómicos de su partido en la sede nacional del PP, entre los que están Isabel Díaz Ayuso o Alberto Núñez Feijóo. El encuentro, convocado formalmente como un Comité Autónomico, está previsto que se celebre a las 17:00 horas. Lo llamativo es que algunos líderes regionales se han enterado de la reunión por los medios, antes que de forma interna por la propia dirección.
Fuentes del PP aseguran que el objetivo inicial de Casado era celebrar una reunión restringida a presidentes autonómicos, pero tras discusiones y presiones internas, finalmente acudirán todos los líderes territoriales.
Eso significa que el presidente del PP volverá a verse las caras, entre otros, con Isabel Díaz Ayuso, días después de su encuentro privado, y en un ambiente de guerra interna cada vez mayor. Sólo Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, se ha posicionado públicamente del lado de Pablo Casado, y las voces que reclaman un candidato de consenso se han multiplicado en las últimas horas. ¿El mejor posicionado en las quinielas? El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
En este marco, la próxima semana se celebrará una importante Junta Directiva Nacional, en la que podría decidirse el siguiente paso: la convocatoria de un Congreso extraordinario para elegir nuevo presidente del partido. La fecha de esa Junta, eso sí, tampoco está clara. La intención era fijarla para el 28 de febrero pero, al coincidir con el Día de Andalucía, y tras el enfado del presidente Juanma Moreno, podría aplazarse uno o dos días.
¿Ha perdido Casado la confianza de su núcleo duro?
Ni siquiera fue fácil la decisión de convocar esa reunión. Casado se vio obligado a dar el paso, forzado por la mayoría de sus dirigentes y tras constatar que ha perdido la confianza de su núcleo duro. Prácticamente todos le exigieron tomar medidas urgentes e incluso alguno de ellos amenazó con dimitir si no convocaba la Junta Directiva Nacional, algo a lo que finalmente terminó accediendo.
Con esta convocatoria, además, Casado trata de aplacar las críticas y resistir, pero no sólo las presiones internas. También las externas. Y más aún tras las manifestación de cientos de personas el pasado domingo en la calle Génova en la que reclamaron su dimisión y se posicionaron del lado de la presidenta de la comunidad de Madrid. ¿Siguiente paso? La Junta Directiva Nacional, formada por centenares de miembros, y en la que son necesarios dos tercios para forzar la convocatoria de un congreso extraordinario que podría relevar a la actual dirección con Casado al frente.