De acuerdo con una investigación realizada en Canadá, la depresión maternal puede influir en la violencia de los niños.
También reveló el estudio que los chicos son más propensos a desarrollar depresión a los 18 años si sus madres la sufrieron antes del parto.
Se estima que una quinta parte de las mujeres sufren de síntomas de depresión durante el embarazo.
La Universidad de Calgary examinó a 54 madres embarazadas y a los hijos que nacieron. Los resultados fueron publicados en el Journal of Neuroscience y citados por el Daily Mail.
La investigación sobre la depresión en el embarazo
Durante el período de gestación, se encuestó a las mujeres para saber si experimentaban síntomas de depresión.
Tras el nacimiento de los niños, los investigadores utilizaron una técnica de imagen que puede revelar la fuerza de las conexiones estructurales en el cerebro.
La influencia de la sustancia blanca es fundamental. Esta es una materia que se encuentra en el cerebro e influye en los potenciales de acción. Se diferencia de la materia gris, que se asocia al procesamiento y el conocimiento.
Su color es blanco porque está conformada de mielina. Es un tipo de envoltura que rodea a las fibras nerviosas en los tejidos más profundos del cerebro.
Los síntomas de la depresión materna estaban asociados con conexiones más débiles de sustancia blanca.
Los “estados emocionales desregulados”
Según los investigadores de la Universidad de Calgary, estas debilidades conectivas pueden conducir a los denominados “estados emocionales desregulados” en los niños. Por esto, los pequeños pueden ser incapaces de manejar la intensidad y la duración del miedo, tristeza e ira.
El hallazgo también explicaría el por qué los hijos de madres deprimidas tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad durante la adolescencia.
De acuerdo con los expertos, “la conectividad entre la amígdala y la corteza prefrontal mediaba la relación entre los síntomas depresivos maternos y el comportamiento de los niños”.