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Cerca de cincuenta personas participaron este sábado en una jornada de marcha nórdica organizada por la asociación deportiva Troncha Cerros de Puertollano, que tuvo lugar en el privilegiado entorno del Centro de Ocio y Naturaleza de la Dehesa Boyal. La actividad contó con la presencia del delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Casto Sánchez, quien destacó el impacto positivo de este tipo de eventos que unen deporte, salud y medio ambiente.

Un recorrido en plena naturaleza

Los asistentes, guiados por expertos en esta disciplina, recorrieron senderos naturales rodeados de paisajes que mostraban la riqueza ambiental de la provincia. Durante la marcha, se ofrecieron nociones básicas sobre las técnicas adecuadas de la marcha nórdica, una práctica que, además de su bajo impacto físico, mejora la coordinación, resistencia y la tonificación muscular.

Casto Sánchez subrayó que actividades como esta son “una forma excelente de ejercitarse mientras se disfruta de la belleza de nuestros espacios naturales”. Desde la Delegación de Desarrollo Sostenible, se está impulsando un enfoque que pone en valor la práctica de deportes al aire libre como herramienta educativa y de concienciación medioambiental.

Marcha nórdica: salud y sostenibilidad

Este tipo de iniciativas no sólo fomentan hábitos de vida saludables, sino que también tienen un componente educativo y conservacionista. La marcha nórdica, originaria de los países nórdicos, ha ganado terreno en Castilla-La Mancha como una forma accesible y efectiva de hacer ejercicio, especialmente en entornos naturales protegidos o de alto valor paisajístico.

El delegado provincial afirmó que “deporte y naturaleza son aliados inseparables”, y añadió que “el Gobierno de Castilla-La Mancha está comprometido con el desarrollo sostenible y la promoción de actividades que conecten a las personas con su entorno natural”.

Un modelo replicable en otros municipios

La jornada en Puertollano sirve de ejemplo para fomentar un modelo de actividad saludable y sostenible en otros municipios de la región. Desde la administración autonómica se hace un llamamiento a asociaciones, clubes deportivos y colectivos locales para replicar experiencias similares que promuevan el respeto por el entorno y los valores de sostenibilidad.

Además, este tipo de eventos dinamizan el turismo de naturaleza y aportan valor añadido a zonas como la Dehesa Boyal, que se consolida como un enclave privilegiado para el ocio responsable y la educación ambiental.

Más que deporte: una forma de vida

La marcha nórdica, por tanto, no es sólo una actividad física, sino una oportunidad para redescubrir el patrimonio natural, practicar un turismo sostenible y generar una conciencia medioambiental compartida. Actividades como la de este sábado demuestran que es posible disfrutar del entorno sin dañarlo, aprender a valorarlo y protegerlo para las generaciones futuras.