Silvia Idalia Serrano, la joven que permaneció durante meses en coma tras someterse a varias intervenciones de estética, ha muerto este sábado. Silvia se sometió a varias intervenciones en una misma operación en la clínica CEME.
Tras permanecer varios días ingresada, la joven fue dada de alta, pero sufrió una infección y tuvo que ser reingresada en el Hospital madrileño La Paz días después. Entonces, su pareja también relató que «el 30% de su cuerpo está en carne viva». Finalmente, la joven ingresó en la UCI con una infección grave que derivó en su coma inducido por meses, del que despertó hace unas semanas cuando apreció una leve mejoría de su situación. Al despertar, la joven pidió a sus familiares que no la dejaran sola: «No me dejes sola y háblame».
La familia de la chica ha llevado el caso a los tribunales por un delito de lesiones por imprudencia grave. El caso lo está llevando el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, que investiga tanto al cirujano que acometió la operación como a otro facultativo por un presunto delito de lesiones imprudente.
Desde la clínica han lamentado el fallecimiento. Respecto al procedimiento judicial abierto recuerdan el último informe de parte que trasladaron al juzgado para que se tenga en cuenta. Dicho documento concluye que «no se deduce infracción de la lex artis médica en los profesionales sanitarios que atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz».
También detalla que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante que es «excepcional» tras los procedimientos de cirugía plástica, y cuyas bacterias «no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente».