Madrid despliega los sensores de llenado y disponibilidad de bolsas en papeleras para una gestión más eficaz de la limpieza de la ciudad

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El Ayuntamiento de Madrid continúa revolucionando los servicios de limpieza y recogida de residuos de la ciudad y prevé que en octubre, de las 66.334 papeleras que hay en la capital, 12.000 (18 %) contarán con sensores volumétricos de llenado. Esta tecnología, que ha comenzado a instalarse este año y hasta la fecha se ha implementado en 325 puntos, supone una importante innovación en el servicio, ya que permite optimizar las rutas de recogida de los residuos y su limpieza. Esta tipología de dispositivos se está utilizando en 1.982 contenedores de carga lateral de envases (amarillo) desde mediados de 2017 en Arganzuela, Villaverde, Usera, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y Carabanchel, pero es la primera vez que las papeleras del municipio se controlan a través de este sistema en todos los distritos de Madrid.

Además, 6.082 de estas 12.000 papeleras con sensores detectarán cuándo los expendedores de bolsas para recogida de excrementos caninos se han quedado vacíos. Con el nuevo servicio se ha incrementado tanto el número de papeleras con este dispositivo, como el número de bolsas que se suministran para dar servicio a los vecinos, que pasan de 80 a 100 millones de unidades anuales.

El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado por el concejal de Salamanca, José Fernández, ha comprobado esta mañana el funcionamiento de los sensores en una de las papeleras, en la calle Alcalá, 55. Por ahora, han llegado a este distrito 215 unidades y 110 a Usera, cifras que aumentarán en los próximos meses hasta llegar a todos los distritos. Carabante también ha conocido cómo son los nuevos vehículos que los ciudadanos comenzarán a ver en las calles para vaciar y limpiar este mobiliario urbano, a través de una exhibición del funcionamiento de un camión de pequeñas dimensiones, una moto eléctrica para el lavado de las papeleras y un furgón taller, todos ellos CERO emisiones tanto de COcomo de ruido.

El Ayuntamiento cuenta con la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 para que la capital sea una ciudad cuidada y limpia para sus vecinos y visitantes. En el marco de este plan, se puso en marcha, como una medida más para la consecución de estos objetivos, la instalación de los sensores de llenado, fruto del contrato de mantenimiento y lavado de papeleras que el Consistorio adjudicó en enero de 2020 a la empresa SULO por 22,2 millones de euros (sin IVA).

Este contrato incluye las prestaciones para el mantenimiento, conservación y limpieza de las 66.334 papeleras de la ciudad, la gestión de los 12.000 sensores incorporados en las papeleras y la de las 1.300 papeleras compactadoras solares que están operativas en Madrid desde julio del año pasado. También se encarga de todos los servicios que conlleva la colocación de 600 aros con bolsa para celebración de eventos, la reposición de bolsas en papeleras con dispensadores y los aparejados a las 23.000 unidades de papeleras en zonas verdes.

Funcionamiento del sensor

Los sensores se están implementando en el modelo de papeleras ‘Cibeles’ de 50 litros. El dispositivo mide la distancia hasta donde llegan los residuos con un láser infrarrojo que también monitoriza la temperatura de la papelera. Cuenta con un sistema de alarma que transmite avisos a la plataforma del servicio en el momento en que es necesario vaciar la unidad por alcanzar el 80 % de su capacidad o cuando la temperatura del interior de la papelera supera los 70 grados centígrados.

La tecnología de estas papeleras permite el envío de información de manera periódica sobre los niveles de llenado con hasta 16 lecturas diarias. También muestra el estado de la batería para poderlas reemplazar cuando es bajo. Los sensores de los expendedores de bolsas para excrementos caninos activarán su alarma cuando detecten el agotamiento de bolsas y sea necesaria su reposición.

Con los datos recibidos en la plataforma, se sabe en qué papeleras es necesario actuar, aumentando la eficiencia tanto del servicio de limpieza viaria que se ocupa de la recogida de esos residuos como del servicio de mantenimiento y lavado de las mismas y de la reposición de bolsas para excrementos caninos. El resultado final es una mejor atención al ciudadano.

Menos contaminación

En la búsqueda del compromiso con el medio ambiente y la reducción de emisiones contaminantes, los vehículos que se asignan al contrato son de clasificación CERO emisiones o ECO. Además, los equipos de lavado están diseñados para reducir el consumo energético y de agua, ya que obtienen su energía directamente de la toma de fuerza del vehículo sin necesidad de aporte de energía externa. Gracias a su sistema de filtros, el agua recircula y disminuye el consumo.

Dentro de la flota adscrita al contrato, se incorpora un nuevo vehículo CERO emisiones con hidrolimpiadora, adaptado para dar servicio de lavado en Centro, ya que, aunque se utilizará por toda la ciudad, tiene unas dimensiones especiales para acceder a algunas calles estrechas de ese distrito. Además de ser 100 % limpio no hace ruido, tiene autonomía para 145 kilómetros y ocho horas seguidas de trabajo. La velocidad máxima que alcanza es de 35 kilómetros por hora.

Los vehículos adscritos al servicio cuentan con un sistema integrado de geoposicionamiento mediante GPS y los operarios de mantenimiento disponen de un dispositivo que les permite gestionar las incidencias de las papeleras.

Reducción de viajes

Las 1.300 papeleras solares compactadoras que funcionan en la ciudad desde julio del año pasado permiten recoger entre tres y cuatro veces más residuos que las papeleras convencionales y reducir las emisiones de CO2 un 92 %, ya que se realizan menos viajes en carretera. Con los sensores que se van a ir incorporando se pretende seguir esta senda de optimización del servicio.

Actualmente, en Centro se realizan medio centenar de vaciados al mes por cada una de las papeleras de fracción resto (casi dos veces al día) y 60 vaciados en el caso de las de fracción envases (dos veces por jornada). Con las compactadoras, estas cifras se han rebajado a 3,2 veces mensuales la recogida en la fracción resto y a cinco veces al mes en la de envases. Estos datos permiten inferir, según los estudios de los servicios técnicos, que la instalación de una papelera compactadora solar reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera en un 92 % aproximadamente.