Los vuelos privados con jet particular alcanzaron un récord histórico en 2021, superando los 5 millones

escasez de jet privados provocada por la pandemia
escasez de jet privados provocada por la pandemia

de primera mano, aunque no viajando al espacio. Y lo comprueban tanto viajando a lo más alto como con su cuenta bancaria, cuya cifra de ingresos les permite hacerse con un trozo de cielo durante unos minutos o unas horas para disfrutarlo por su propia cuenta.

El negocio de los llamados ‘viajes privados’ en jets personales ha dado un paso de gigante para convertirse en uno de los atractivos más interesantes para la gente más rica. Su incremento ha sido sobresaliente en 2021, hasta el punto de que ha alcanzado un récord inédito que va a ser muy difícil de superar este año: más de cinco millones de vuelos privados.

La demanda ha sido tal que las empresas encargadas de estos vuelos han debido hacer una inversión de aproximadamente 2.500 millones de euros para comprar nuevos transportes que permitan cubrir dicha demanda, aunque habrá que comprobar si todas las solicitudes del año pasado se mantienen en 2022 y ha resultado viable hacer dicha compra.

Los precios se cuentan por miles de euros

Si alguien tiene en mente darse el capricho de un viaje exclusivo, debería empezar a ahorrar, puesto que este tipo de alquiler individual no es ni mucho menos similar al coste de un bono para el autobús o el metro. Ni tan siquiera para un avión donde se comparte espacio con más pasajeros, donde las cifras pueden variar incluso si se va en primera clase.

Los aviones de alquiler propio ofrecen una modalidad de primera clase de todo tipo: atención exclusiva por parte del personal, bebidas y comidas a nuestro libre antojo, etc. Su coste mínimo es de aproximadamente 5.000 euros en un viaje que se realice dentro de nuestro propio continente o algo más barato si dicho viaje tiene lugar dentro del propio país.

Para viajes a otro continente, como es el caso de América, podría llegar a costarnos tres veces y media más, con una cifra estimada de aproximadamente 18.000 euros. Si algo queda claro es que, en plena crisis, el cielo sigue disfrutando los privilegios. Y quienes están en él subidos en aviones privados, también.