“De manera sorprendente este año nos han recortado 22 días del periodo de extinción” que se prolonga entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. En este 2020 no todas las unidades de GEACAM ha empezado la campaña al mismo tiempo: brigadas terrestres, camiones autobomba, patrullas, puestos de vigilancia… En total, se ha visto afectado “hasta un 80% del dispositivo de incendios”.
“Las más afectadas han sido las patrullas terrestres, las autobombas y las nodrizas que trabajarán 22 días menos en esta campaña”. A eso se suma, denuncian, “el recorte” en cada unidad que contará con una persona menos. “La peor parte de la llevan las autobombas. Eran cinco y ahora cuatro. Cuando hay un incendio los trabajadores se sobrecargan mucho, hacen funciones que no deberían, como es el caso del conductor del camión…”
El colectivo de interinos, “que trabajan solo cuatro meses al año y en fraude de ley”, es otro de los afectados. “Unos empezaron el 15, otros el 23 de junio…A algunos se les dieron puestos para desinfección de residencias o de reparto de materiales sanitarios. Ahora el servicio de esas patrullas se suprime y a los que estaban en ellas les han interrumpido el contrato”.
“No nos valen los gestos de propaganda política por nuestra actuación durante el confinamiento”
“El Gobierno regional ha hablado muy bien de nosotros durante la emergencia sanitaria, ha dicho que tenía un ejército en la región y ahora viene con un recorte que no tiene precedentes en la campaña de incendios”.
A este colectivo, relata este técnico de GEACAM que trabaja en una brigada terrestre, no le valen solo “los gestos” de reconocimiento a su labor durante la pandemia. “Es propaganda política, pero en cuanto a beneficios y derechos no nos están tendiendo ninguna mano. Es más, nos están recortando” y alude específicamente a la “merma” de la nómina del mes de junio en algunos complementos que les han sido suprimidos.
Las razones del cambio que esgrimen desde Desarrollo Sostenible, según el sindicato, es que “habrá un cambio de políticas” en GEACAM debido a que su financiación procede en buena medida de los fondos europeos FEDER. Está en juego la propia viabilidad de la empresa pública porque, ante una crisis económica como la que está en ciernes, lamenta el delegado de SIBF, “lo primero que se recorta es en el medio ambiente”.
Con la pandemia, los trabajadores de GEACAM vieron interrumpida su labor de prevención en los montes, previa a cada campaña de incendios. “No nos incorporamos hasta el 27 de abril. Y como esos trabajos no se han adelantado tanto como quería el Gobierno regional, no se va a percibir dinero de Europa por las hectáreas intervenidas. De ahí que hayan optado por dejar a gente en esta tarea para que después se fueran progresivamente incorporando al dispositivo de incendios”.
Lo han ido haciendo según las pautas que marca el llamado Índice de Propagación Potencial de Incendios Forestales, con cinco niveles – del bajo al extremo- con los que Desarrollo Sostenible ha ido marcando el momento de dejar el monte e incorporarse al dispositivo puro y duro de incendios. “Solo cuando los valores han sido de riesgo muy alto o extremo nos hemos tenido que incorporar a nuestros puestos”.