El tablao flamenco como espectáculo está a punto de extinguirse por el covid-19 ante la falta de sensibilidad y respuesta del Ministerio de Cultura, según denuncian en la Asociación Nacional que agrupa al cerca de un centenar de locales que hay en España. De hecho, el presidente de Madrid y propietario del Corral de la Morería, Juan Manuel del Rey, explica que de los 21 tablaos que había en Madrid antes del confinamiento ya han cerrado seis y el próximo mes echarán el candado varios más.
Los espectáculos de flamenco adolecen de las dos características que han pasado mayor factura a los negocios con la pandemia: es un espectáculo que concentra gente en un local cerrado y, mucho más importante, vive del turismo internacional, pues la inmensa mayoría de su clientela son extranjeros, con poco peso del visitante nacional. Así, Del Rey aclara que en estos momentos todos los tablaos flamencos de España están cerrados desde el 14 de marzo cuando se declaró el estado de alarma, salvo 2 o 3 de zonas costeras que ha abierto este verano, pero que apenas suponen el 5% del total.
Y, lo que es más dramático, ya no retomarán su actividad hasta el próximo año en opinión del propietario del Corral de la Morería, por el que han pasado la inmensa mayoría de los grandes personajes extranjeros de visita en Madrid.
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Ciertamente, los tablaos flamencos suponen un nicho muy pequeño del mundo del espectáculo. Son entre 93-94 (ahora menos con el covid-19), aunque dan trabajo al 95% de los artistas del flamenco. Pero su interés radica en el poder de atracción que este arte tiene en el extranjero, en una clientela que además suele tener un alto poder adquisitivo. En definitiva, está declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un patrimonio exclusivo de España.
«Nuestros clientes son muy similares a los que visitan el Museo del Prado», señala Del Rey. Sin embargo, matiza que aunque la pinacoteca madrileña tiene obras incomparables, la realidad es que «museos de pintura espectaculares hay en otras muchas ciudades del mundo, mientras que flamenco y tablaos, sólo los hay en España. Son un hecho diferencial de nuestro país».

Un hecho que supone un poderoso imán para un cierto nicho internacional. Desde la Asociación de Tablaos cifran en seis millones de personas que visitan España cada año con el tablao como punto principal, que se aportan a la economía española unos 6.000 millones de euros, un 0,5% del PIB
Solo los toros es un espectáculo comparable, aunque con dos diferencias remarcables: por un lado, los toros tienen sus detractores y, por otro, corridas no hay todo el año. El flamenco gustará más o menos, pero no genera rechazo y hay espectáculos todo el año. «Es un arte valoradísimo en todo el mundo. Yo lo he comprobado en las muchas giras en las que ha participado», declara el presidente de los tablaos madrileños, que remarca que se trata de una experiencia muy emocional. «Además, la gente repite, genera mucha fidelidad, y funciona muy bien el boca a boca que atrae a otros clientes de muchas partes del mundo», dice.
Por tanto, los propietarios de los tablaos y, también de los artistas del flamenco, consideran que es un patrimonio cultural propio, con gran potencial turístico, que debe cuidarse. Sin embargo, desde la Asociación Nacional se quejan de que se sienten abandonados por el Ministerio de Cultura y el de Industria y Turismo. Sólo han recibido ayudas de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y no en todos los casos y en cantidad suficiente.
Abandonados por el Gobierno
«Somos empresas familiares que no podemos resistir mucho tiempo. Desde marzo no hemos generado ningún ingreso y mantenemos la mayoría de los gastos, como los alquileres». Sus trabajadores están en Erte, aunque habrá que ver el tiempo que puedan seguir cobrando las prestaciones públicas. El propietario del Corral de la Morería se queja de que han solicitado entrevistas con el Ministerio de Cultura y no han recibido respuesta.
Preguntado por cómo se sienten al respecto no duda la respuesta: «abandonados». Demandan ayudas directas y no sólo los créditos del ICO. «Un préstamo sirve para un desfase de liquidez de dos o tres meses, pero no para diez o doce. En realidad, lo único que hacemos es incrementar el agujero», declara, lo que explique que se están produciendo ya cierres.

Algo más receptivos han sido algunas comunidades y ayuntamientos. En el caso de Madrid, han mantenido un «diálogo fluido» y han dado algunas respuestas. El gobierno regional ha programado actuaciones en algunos municipios de la comunidad y ha elaborado un plan de patrocinio, aún por definir, para cuando puedan abrir. Aunque muy agradecidos, es insuficiente, pues eso no les permite pasar la travesía hasta que vuelvan a la actividad. No obstante, Del Rey matiza que en otras comunidades autónomas las respuestas han sido «más limitadas».
Les prohíben abrir terrazas
En el caso de los ayuntamientos, el de Madrid los ha declarado bien de interés general para la ciudad y se ha incluido dentro del Plan Aplaude y les ayudarán con los alquileres. Sin embargo, desde la Asociación de tablaos de Madrid no entienden porque desde el Consistorio no les han permitido que puedan abrir terrazas en la calle como otros establecimientos de restauración.

Juan Manuel del Rey insiste en que además de espectáculo, son restauración. De hecho, el Corral de la Morería es una estrella Michelín o premio nacional de gastronomía. La normativa regional no permitía a los tablaos tener terrazas, pero el gobierno regional lo ha cambiado. «Pero el ayuntamiento no nos permite montar terrazas a pesar de que llevamos tres meses demandándolo. No permitiría tener algunos ingresos que nos ayudasen a cubrir parte de los gastos», dice.