AutoX es la primera empresa en el país en eliminar el conductor de seguridad
Los avances en el campo de la Inteligencia Artificial pueden arrollar con todo lo conocido en los próximos años. En el mundo del transporte empieza a cobrar cada vez más sentido automatizar la conducción ante el desafío de acercarse a la siniestralidad cero. Pero, por el momento, todo forma parte de una transformación que se mueve lenta y compleja. Aunque surgen iniciativas que animan a pensar en el futuro del sector. AutoX, «startup» respaldada por el gigante del comercio electrónico Alibaba, ha anunciado el lanzamiento de una flota de robotaxis sin conductor en la ciudad china de Shenzhen.
La compañía ha asegurado en un comunicado que se trata del primer jugador en China en poner en marcha una iniciativa similar, lo que puede marcar un hito en el sector de la automoción y el transporte público. Para ello contará con una flota de 25 coches diseñados para recoger a pasajeros en distintos puntos de la ciudad.
Hasta la fecha, las anteriores alternativas que operaban en la vía pública habían tenido un impacto limitado al necesitar de un conductor de seguridad para evitar posibles situaciones de riesgo. En unas pruebas publicadas en vídeo se puede observar el funcionamiento del sistema de autoconducción en la calle y cómo es capaz de sortear obstáculos e, incluso, realizar adelantamientos a otros vehículos.
AutoX, fundada hace cuatro años, se encuentra en conversaciones con futuros inversores para financiar la expansión y el desarrollo de la flota de coches autónomos por el país, señala Xiao Jianxiong, presidente ejecutivo de la empresa, en declaraciones a Reuters. Para lanzar el proyecto, sus ingenieros han modificado varios modelos de coche para probarlos en regiones chinas como Shenzhen, Shanghai, Guangzhou, Wuhan y Wuhu.
AutoX también se convirtió en la segunda empresa después de Waymo, filial de Alphabet (Google), en probar un vehículo sin conductor en las vías públicas de California. El sector del automóvil y las empresas de tecnología están invirtiendo millones de dólares en potenciar los sistemas de conducción autónoma con el objetivo de tomar posiciones en la carrera por la movilidad del futuro. Para atraer nuevos socios, muchas empresas han estado probando su tecnología en diferentes vehículos de producción en serie en varias ciudades.