Según los últimos estudios publicados y el análisis de los expertos se puede concluir que el sistema de pensiones en España es bastante generoso.
Cada pensionista recibe una media de 1,74 euros por cada euro que aportó durante su vida laboral,al menos, éstos son los cálculos que ha hecho el Banco de España aunque reconoce que hay grandes diferencias entre los distintos tipos de pensiones.
En el artículo «Una estimación del rendimiento financiero del sistema de pensiones» que se ha publicado este martes, el Banco de España hace una simulación del rendimiento que los pensionistas obtienen de sus aportaciones al sistema de pensiones una vez que se jubilan, asimilándolo a una inversión financiera.
Diferencias entre pensiones
Para ello, toma datos de 7.627 personas que accedieron a su jubilación en 2017 y no tiene en cuenta a quienes accedieron ese año a la jubilación parcial o a quienes se retiraron por incapacidad.
Aplica para obtener los datos la probabilidad de supervivencia según las tablas de mortalidad del INE, entre otros supuestos.
Un primer análisis, basado en el coste de pensión unitaria (CPU), mide los euros que el sistema entrega en forma de pensión por cada euro de cotización aportado, contabilizados a valor presente y conforme a un crecimiento previsto de la economía del 1,3 % anual.
Con este análisis, el sistema de pensiones provee de una media de 1,74 euros por cada euro aportado, aunque con grandes diferencias entre las pensiones ordinarias (2,03 euros), las anticipadas (1,39 euros), las demoradas voluntariamente (1,74 euros) y las procedentes de jubilación parcial (1,89 euros).
Asimismo, también hay una enorme diferencia entre el 5 % de pensiones que menos recuperan por cada euro cotizado (0,92 euros) y el 5 % que más obtiene (3,16 euros).
Un ejemplo
El Banco de España advierte de que estas medias proceden de supuestos muy heterogéneos que afectan al cálculo, ya que, por ejemplo, quienes se jubilan de forma anticipada suelen hacerlo 2,6 años antes que quienes lo hacen forma ordinaria, pero con una carrera de cotización mucho más larga (40,7 años frente a 33,6 años).
A modo de ejemplo, señala que si un trabajador se hubiese jubilado en 2017 a los 65 años con 38 años cotizados y una base de cotización del 45 % de la base máxima de cotización generaría una pensión de 1.338 euros.
Si lo hiciera de forma anticipada a los 63 años, esta pensión sería de 1.124 euros y si trabajase hasta los 67 años, de 1.445 euros, un incentivo «muy limitado» en términos de rentabilidad para el Banco de España, ya que aunque la cuantía sería mayor, recibiría esta pensión durante menos tiempo.