Los niños han engordado de media unos tres kilos durante el confinamiento por el coronavirus. En este tiempo los niños han hecho menos deporte y su dieta probablemente ha cambiado.
Desde el servicio de Pediatría de Quirónsalud Málaga calculan que los niños pueden haber ganado un kilo por cada mes que han pasado encerrados en casa.
«Es fundamental que el niño cree una serie de hábitos y al frente de ellos deben estar la alimentación y el ejercicio. Desgraciadamente, esta situación de confinamiento ha llevado a los más pequeños a una ausencia total de ejercicio, un sedentarismo extremo durante meses unido a unos hábitos alimenticios que se desviaban de lo que debe ser la correcta alimentación de un niño», explica Manuel Baca, jefe del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Quirónsalud MálagaEste.
Este dato preocupa a los médicos, ya que la obesidad infantil en España es una de las más altas de Europa. Uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso. Para evitar que la situación se agrave, los expertos piden a las familias para que fomenten la actividad física, jueguen con los niños, les hagan intervenir en rutinas con la finalidad de que la vida de los más pequeños vuelva a la senda de los hábitos de vida saludables y que, con el paso de los años, «no recuerden esta situación como un momento negativo de sus vidas».