José Manuel Caballero, el secretario General del PSOE provincial de Ciudad Real, ha expresado una firme condena a los recientes ataques sufridos por la sede del partido en la capital. Durante una conferencia de prensa, Caballero ha pedido unidad y acción conjunta de todas las fuerzas políticas y del alcalde de la ciudad para enfrentar lo que describió como actos antidemocráticos.
Respuesta a la Violencia Política
Caballero, en un llamamiento directo al alcalde Francisco Cañizares y a los representantes de Vox en el Ayuntamiento, les ha instado a condenar estos hechos y a mostrar su apoyo a la sede del PSOE como un gesto de solidaridad y repudio hacia la violencia política. “Si está dispuesto, que acompañe al grupo socialista a esta sede, lo que tendría sentido para mostrar el apoyo de la ciudad que él representa”, dijo Caballero.
Acoso Continuo y Vandalismo
El dirigente socialista describió los ataques como parte de un acoso permanente y una presión insoportable que trascienden la política partidista para convertirse en un ataque a la democracia misma. “Esto no va del PSOE, ni de la sede del PSOE, va de democracia, va de la calidad de la democracia y va, sin duda, de nuestro derecho a libremente tomar una opción ideológica”, afirmó.
Reunión de la Ejecutiva y Apoyo Institucional
Durante una reunión extraordinaria de la ejecutiva local, la dirección provincial del PSOE mostró su apoyo y solidaridad con los miembros y simpatizantes afectados por los ataques. Además, Caballero destacó el apoyo continuo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha hacia los partidos políticos que enfrentan este tipo de desafíos, mencionando un reciente acto vandálico contra Izquierda Unida.
Llamado a la Paz y al Respeto Mutuo
El secretario general ha reiterado que estas situaciones deben ser cortadas de raíz y que acciones como las sugeridas para el miércoles a las 8 de la tarde, donde se espera la presencia del alcalde y otros representantes políticos en la sede del PSOE, podrían ser un paso significativo hacia la restauración de la normalidad democrática. “Manifestarse es un derecho, pero sin pisar el derecho de otros a participar libremente en política”, explicó.