La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha elegido al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para estrenar su agenda de conversaciones con mandatarios internacionales, en un claro gesto de apoyo con el que quiere seguir la línea marcada por su predecesor, Boris Johnson.

Johnson viajó a Kiev en varias ocasiones y, desde que Rusia lanzó su ofensiva militar en febrero, ha sido uno de los principales aliados de Zelenski a la hora de reclamar medidas contra el Kremlin y su órbita empresarial y política.

Zelenski ha informado en Twitter de que ha invitado a Truss a visitar Ucrania, algo que la nueva primera ministra británica espera cumplir «pronto». Asimismo, le ha agradecido la ayuda brindada por Reino Unido, tanto militar como económica.

El presidente ucraniano ha abogado por seguir presionando a Rusia hasta lograr «el fin de la agresión» y llevar a sus responsables ante la Justicia, al tiempo que ha reclamado que se catalogue a Rusia como un «Estado terrorista».

Truss, por su parte, le ha reiterado el «firme apoyo» en la defensa de «la libertad y la democracia de Ucrania» y confía en trabajar junto a Zelenski para adoptar las medidas necesarias para «cortar los fondos que alimentan la maquinaria de guerra de Putin», según una nota de Downing Street.

Ambos líderes han acusado a Putin de utilizar la energía como arma y, en este sentido, Truss considera «vital» no ceder al «chantaje». La ‘premier’ británica ya había enfatizado en la necesidad de combatir la crisis energética en su primer discurso.

Truss ha incluido entre sus alabanzas a Johnson la política seguida durante estos últimos meses en relación a Ucrania y ha decidido mantener como ministro de Defensa a Ben Wallace, figura clave en esta estrategia.