El Consejo de Ministros aprobó, el pasado 27 de diciembre, una revalorización general de las pensiones. Esta medida afecta a la pensiones contributivas y no contributivas, las cuales subirán un 8,5% y un 15% respectivamente. Estas actualizaciones se harán de acuerdo a la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC).
De esta forma, los pensionistas podrán afianzar su poder adquisitivo en un contexto de subida constante de los precios derivada de la guerra de Ucrania. El aumento de pensiones lleva en vigor desde el 1 de enero de este 2023 y forma parte del Plan Nacional de respuesta a la guerra de Ucrania elaborado por el Gobierno.
Las pensiones contributivas aumentan con el IPC
De acuerdo a la inflación media registrada en 2022 (de un 8,5%), será el mismo porcentaje el que indique el aumento de esta paga. Hay que recordar que las pensiones contributivas son toda aquella prestación que una persona recibe después de una relación previa jurídica con la Seguridad Social, como indica la misma en su página web. Las cantidades son:
- Pensión media de jubilación: de 1.256,9 € actuales a 1.363,8 €.
- Pensión media de viudedad: de 780,17 € actuales a 846,5 €.
- Pensión máxima: De 2.820 € actuales a 3.059,7 €.
- Pensión mínima (para jubilados sin cónyuges a cargo): De 721,70 € actuales a 783,04 €.
Pensiones no contributivas
En el caso de las pensiones no contributivas (aquellas que perciben quienes no han cotizado lo suficiente para recibir el otro tipo y que, por tanto, no dependen de una previa vinculación jurídica con la Seguridad Social), el Gobierno no aumenta la prestación. En vez de esto, las mantiene prorrogando el crecimiento que acababa el año pasad, que era del 15% y sigue vigente desde el 1 de enero.
En definitiva, esta reforma supone que 11,8 millones de pensionistas y perceptores de prestaciones mantengan o incrementen su poder adquisitivo, tal y como asegura el Ejecutivo. En cuanto al coste total de la revalorización, esta está estimada en 15.000 millones de euros. A esta cantidad habría que sumar el efecto reposición de las pensiones que se dan de alta, que son hasta un 20% más altas que las que se dan de baja.