lavanderías tienen estos días más trabajo de la cuenta.
Una sola lavadora aquí en este tipo de establecimientos puede lavar unos 18 kilos de ropa, en casa pondríamos hasta 3.
Ante esta situación estamos ahorrando agua, detergente, mantenimiento, pero cuidado que si no ponemos muchas lavadoras hay que echar cuentas ya que no nos podría salir rentable.
Muchos acaban de volver de vacaciones, y tal y como está la luz muchas personas han preferido llevar a estas tiendas, cada vez más presentes en nuestras calles, toda la ropa del armario, de las maletas y de las vacaciones.
Fuenteclara, es una clienta usuaria ha estos establecimientos, en muy poco tiempo ha lavado, y secado, 30 kilos de ropa por 20 euros, «mi lavadora es muy chiquita y tengo que poner muchas lavadoras» asegura.
La demanda de este tipo de lavanderías ha crecido casi al mismo ritmo que el precio de la luz por lo que muchos clientes ni pueden encender muchos electrodomésticos ni llevar la ropa a estos establecimientos.
Otro usuario, Miguel es pensionista, vive con su mujer, su hija y sus nietos. Tiene dificultades para pagar el recibo de la luz y asegura que «a ver que vamos a comer para no gastar mucha luz, no hacer guiso que te lleve a la vitro horas y evidentemente poner la lavadora».
El negocio de las lavanderías
Con un precio de la energía por las nubes, estos negocios han notado, respecto al último año, un aumento del 10%. Teniendo en cuenta que, en este mes de agosto, poner una lavadora cuesta el doble que hace un año.
El ahorro económico, energético y de tiempo que ofrecen estos establecimientos ha incentivado las visitas a estos negocios dirigidos, en su mayoría, a turistas.