La Unión Europea ha decidido suspender totalmente un acuerdo de 2007 que pretendía dar un trato preferente a las solicitudes de visado presentadas por ciudadanos rusos.
La decisión responde a la invasión de Ucrania y se produce tras la presión de los países de Europa del Este, que denunciaron la contradicción entre la guerra y la llegada de turistas rusos en busca de destinos europeos para pasar sus vacaciones.
La suspensión del acuerdo afectará a la expedición de los llamados visados Schengen, que permiten viajar por todo el espacio Schengen sin pasaporte.
Actualmente, Schengen abarca más de cuatro millones de kilómetros cuadrados y se extiende por 22 países de la UE junto con Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza.