El creciente optimismo sobre una pronta llegada de la vacuna que ponga fin a la pandemia de la Covid-19 que reinaba en las últimas semanas se ha venido abajo este miércoles.
La farmacéutica anglo-suiza AstraZeneca, que producirá y distribuirá la vacuna que están desarrollando científicos de la Universidad de Oxford –de la que España ha adquirido ya 3 millones de dosis–, ha anunciado una suspensión temporal en la última fase de sus ensayos clínicos con humanos.
La razón dada por la farmacéutica en un comunicado en la madrugada de ayer es que uno de los voluntarios había desarrollado una «enfermedad potencialmente inexplicable» de la que aún se desconoce si está relacionada con la propia vacuna.
Este miércoles, el CEO de AstraZeneca, Pascal Soriot, ha informado a los accionistas de la empresa, a través de una videollamada, de que se trataba de una voluntaria del Reino Unido –los ensayos se están realizando con 30.000 personas también en Estados Unidos, Brasil, Sudáfrica y la India– que ha sido diagnosticada con mielitis, una inflamación de la médula espinal, y se esperaba que recibiera el alta en a lo largo del día.
Ahora, AstraZeneca investigará el incidente antes reanudar los ensayos clínicos, siempre que se determine que la enfermedad no tiene relación con la vacuna. En cualquier caso, el parón generará retrasos que hacen inviables los ya de por sí ajustados plazos que manejaba el Gobierno para comenzar las primeras vacunaciones, previstas para diciembre.
«Este parón durará al menos un par de semanas o un mes, porque ahora hay que estudiar al paciente y hay que demostrar al 100% que no ha sido la vacuna», señala la doctora Ruth Figueroa, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que considera que se trata de circunstancias «habituales» en los ensayos clínicos. «Ninguna vacuna va a estar para diciembre. En 2021, por supuesto, habrá muchas vacunas, pero en 2020, desafortunadamente, no», declara la doctora Figueroa.
El desarrollo de las vacunas y los medicamentos en general suele requerir años de ensayos en laboratorio antes de comenzar a hacer pruebas con humanos, pero las autoridades sanitarias han aprobado que, excepcionalmente, se agilicen los trámites para tratar de poner fin a la pandemia de la Covid-19 cuanto antes.
En este momento, hay nueve proyectos que se encuentran en la última fase de ensayos clínicos, en las que se testa sobre el terreno la efectividad de la vacuna, que se inocula a miles de voluntarios.
El de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es uno de los proyectos más avanzados y los propios investigadores de la universidad británica habían pronosticado que estaría lista antes de final de año.
El ministro de Ciencia, Pedro Duque, ha considerado este miércoles que la suspensión temporal de los ensayos de AstraZeneca es «síntoma de que no nos tenemos que preocupar» y ha señalado que estas pruebas se «hacen para tratar de encontrar los límites de los medicamentos»./Pablo Rodero