Dos convoyes con ayuda para 18.000 personas y coordinados por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) han llegado a zonas de Donetsk y Zaporiyia (regiones orientales de Ucrania) que están en la línea de combate, pero siguen bajo control ucraniano.
Según ha informado el portavoz de la OCHA, Jens Laerke, una treintena de caravanas de ayuda humanitaria coordinadas por la ONU han llegado a Ucrania desde el inicio de la guerra, hace casi un año.
La ayuda humanitaria ha sido provista conjuntamente por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un duro invierno
Un primer convoy de seis camiones con agua, medicinas y material de emergencia llegó el pasado martes a la zona de Toretsk, situada a 10 kilómetros del frente en la provincia de Donetsk, y donde permanecen todavía 15.000 personas.
El segundo envío de ayuda humanitaria con medicinas, materiales para la construcción de refugios, botiquines y otros útiles de supervivencia llegó el jueves al área de Juliaipole, en la provincia de Zaporiyia, donde hay 3.000 personas.
Este convoy también transportó medicinas específicas para las personas más vulnerables, como los enfermos de neumonía, los ancianos y los niños.
En esta zona, la población no tiene ni electricidad ni suministro de agua potable desde el pasado mes de marzo.
Para Laerke, la dureza del invierno en el este de Ucrania hace que la llegada de ayuda humanitaria a estas zonas del país sea muy urgente.
Preguntado por un posible plan de contingencia de la OCHA frente a una eventual ofensiva rusa, el portavoz reiteró que la prioridad en estos momentos es entregar el máximo de ayuda posible a los lugares que están más cerca del frente de batalla.
Los próximos 6 meses serán «críticos», según la CIA
El director de la CIA, William Burns, cree que los próximos seis meses serán «críticos» en la guerra de Ucrania y que el presidente ruso, Vladimir Putin, piensa que la «fatiga política» que para Occidente supone el conflicto podría dar a su ejército una nueva oportunidad de ganar en el campo de batalla.
En declaraciones realizadas en un acto de la universidad de Georgetown, difundidas por CBSNews, Burns ha advertido de que «la clave va a estar en el campo de batalla en los próximos seis meses o eso es lo que nos parece».
En su opinión, Putin está apostando a que «el tiempo trabaje para él”. Burns habló de la «arrogancia de Putin» y señaló que «no solo no podrá avanzar más en Ucrania, sino que, a medida que pasa cada mes, corre un riesgo cada vez mayor de perder el territorio que hasta ahora le ha arrebatado ilegalmente a Ucrania».
Los comentarios de Burns se producen en medio de las advertencias lanzadas por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre la posibilidad de que Rusia se esté preparando para lanzar una importante ofensiva contra la parte oriental del país, donde los ataques con misiles ya se han intensificado esta semana.
Hoy mismo, al menos dos personas han muerto y una tercera ha resultado gravemente herida en un bombardeo ruso de madrugada sobre un edificio en la región de Járkov, en el noreste ucraniano.
Al parecer, los dos fallecidos eran hermanos y el herido es el padre de ambos, informó este viernes el medio The Kyiv Independent.
«Las tropas rusas dispararon contra un edificio residencial en Barvinkove, en la región de Járkov, alrededor de las 4.30 hora local del 3 de febrero, matando a dos hombres» según el gobernador regional, Oleh Syniehubov.
Syniehubov agregó que las fuerzas rusas bombardearon varios asentamientos en esa misma región durante la noche pasada, dañando principalmente la infraestructura civil.
Járkov es una región cercana al Donbás ucraniano, donde actualmente se libran los mayores combates entre el ejército de Ucrania y las tropas rusas que quieren asegurarse en el este del país vecino vías seguras de suministro de armamento y otros contingentes.