Desde el 29 de septiembre de 2023 está en vigor la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, una normativa que ha traído importantes cambios en el modo de adquisición y trato de mascotas, especialmente en lo referente a la prohibición de la exposición y venta de perros, gatos y hurones en locales comerciales. Estas medidas buscan combatir el abandono de animales y fomentar una tenencia responsable, aunque no han sido bien recibidas por todas las partes, especialmente por las organizaciones animalistas, que consideran que la ley es insuficiente.
Cambios en la adquisición de mascotas
Uno de los puntos más significativos de la ley es la obligación de adquirir mascotas como perros, gatos y hurones exclusivamente a través de criadores profesionales reconocidos. Los criadores deben garantizar que los animales estén en perfectas condiciones físicas y sanitarias, y se han implementado mecanismos de fiscalización como el Sistema Central de Registros. Este sistema tiene como objetivo conocer la ubicación de los animales, quiénes son sus propietarios y cómo se crían, con la finalidad de evitar compras impulsivas que terminan en abandono.
Según José Ramón Becerra, director general de Derechos de los Animales, la prohibición de la venta de estos animales en comercios busca eliminar la concepción de las mascotas como objetos que se pueden regalar y desechar. En sus palabras, sin datos sobre el número de animales y sus dueños, las políticas públicas son ineficaces.
Críticas desde el ámbito animalista
A pesar de las intenciones de la ley, algunas organizaciones, como PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal), han sido muy críticas con la normativa. Según su presidente, Javier Luna, la ley ha fallado en su objetivo de proteger a los animales, y “el abandono y el maltrato han aumentado”. Luna argumenta que algunas leyes autonómicas son más avanzadas en protección animal que la nueva normativa estatal.
Además, una de las principales críticas es la falta de un reglamento que haga efectivas muchas de las disposiciones de la ley. A día de hoy, el listado positivo de animales aún no ha sido elaborado, lo que dificulta la implementación de varias medidas clave. Para Luna, esta falta de control y seguimiento hace que la ley sea en gran parte inaplicable, lo que impide que se cumpla su objetivo principal.
El impacto del abandono de animales
La problemática del abandono sigue siendo alarmante. Según el Estudio sobre abandono y adopción de animales de compañía 2024 de la Fundación Affinity, en 2023 se recogieron más de 170.000 perros y 116.000 gatos en España, lo que significa que se abandonaron 33 animales por hora. Estas cifras reflejan un estancamiento respecto a los años anteriores, lo que indica que el abandono sigue siendo un desafío importante.
Uno de los aspectos más preocupantes del estudio es que, a pesar de ser obligatorio, solo el 89 % de los perros y el 51 % de los gatos abandonados llevaban un microchip. Esta falta de identificación dificulta la reunificación de los animales con sus propietarios y fomenta el abandono irresponsable.
Esfuerzos descentralizados para combatir el abandono
A pesar de la entrada en vigor de la ley y los esfuerzos del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 para financiar parte de los gastos de las protectoras, la lucha contra el abandono se mantiene en gran medida descentralizada. Numerosas entidades de protección animal lanzan campañas y acciones para concienciar sobre la importancia de la tenencia responsable. Ejemplos de estas iniciativas incluyen aplicaciones de denuncia animal, como la de la Fundación Save One Animal, y eventos solidarios, como la carrera Perrotón Madrid.
El Perrotón Madrid, cuya XIII edición se celebrará el próximo domingo en la Plaza de Colón, contará con la participación de 5.000 corredores junto a sus mascotas, con el objetivo de concienciar sobre la adopción y la tenencia responsable. Este evento también rendirá un homenaje especial al bicentenario de la Policía Nacional.
Hacia una política de bienestar animal más efectiva
Aunque la nueva ley ha generado expectativas y algunas mejoras en el ámbito del bienestar animal, su implementación efectiva aún enfrenta numerosos desafíos. Desde la falta de un reglamento adecuado hasta la carencia de medidas que fortalezcan la lucha contra el abandono, la ley aún no ha alcanzado los objetivos que los defensores de los animales consideran esenciales. Mientras tanto, el sector animalista continúa exigiendo reformas que realmente protejan a los animales y aseguren su bienestar en toda España.