La Mancomunidad de Abastecimiento de Agua del Campo de Calatrava se enfrenta a una decisión crucial el próximo 11 de abril: determinar si retoma el abastecimiento de agua desde el embalse de la Vega del Jabalón o continúa utilizando los pozos de urgencia como fuente principal. Esta disyuntiva surge tras constatar que el embalse ha alcanzado más de 3,5 hectómetros cúbicos de agua, superando el 10% de su capacidad total y alcanzando niveles previos a la severa sequía que afectó a la región.
Entre la Recuperación y la Precaución
Andrés Cárdenas, presidente de la mancomunidad, destacó la importancia de un informe solicitado a Aquona, la empresa encargada de gestionar el abastecimiento desde el embalse. El objetivo es evaluar el coste de reactivar la depuradora, inactiva durante un largo período, y determinar la viabilidad de esta opción. La preocupación radica en el estado de la planta de tratamiento y en la necesidad de posibles inversiones para su puesta a punto.
La Búsqueda de Alternativas Sostenibles
La mancomunidad actualmente depende al 100% de las aguas subterráneas para su abastecimiento, una situación que, aunque eficaz, demanda un esfuerzo considerable, especialmente en el pozo principal de la Cañada, que requiere un grupo electrógeno operando continuamente. La posibilidad de reanudar el uso del embalse no solo ofrecería un respiro a los recursos subterráneos, sino que también podría representar un ahorro significativo en el consumo de combustible.
Una Decisión Impregnada de Desafíos
Sin embargo, Cárdenas advierte que cualquier acción sobre el embalse sería temporal y que la comarca aún se encontraría en situación de emergencia. La mancomunidad insiste en la necesidad de licitar las obras para conectar con la tubería a la Llanura Manchega, un proyecto valorado en aproximadamente 30 millones de euros, que podría ofrecer una solución a largo plazo para el abastecimiento de agua en la región.
Un Futuro Incierto
A pesar de las recientes lluvias, que no han logrado mitigar por completo la sequedad del terreno, el consorcio, compuesto por municipios clave de la región, mantiene la esperanza de encontrar una solución sostenible y eficaz para el abastecimiento de agua. La decisión del 11 de abril será determinante no solo para el futuro inmediato de la mancomunidad, sino también para el desarrollo y bienestar de más de 36.000 habitantes del Campo de Calatrava.