por la subida de precios que se temía que iba a suceder, y que, finalmente, se está produciendo.
Uno de los primeros daños que sufrió la economía de nuestro país fue el propio día de la invasión, el pasado 24 de febrero. El Ibex 35 cayó un 2,86 %, alcanzando el mínimo registrado en lo que llevamos de año, aunque fue un alivio en comparación con lo que sufrieron los mercados bursátiles, puesto que la Bolsa de Moscú llegó a desplomarse un 40 %.
Sin embargo, la economía no es lo único que se resiente. También productos de primera necesidad, puesto que la situación del continente finalmente atañe a todos los países que forman de él. Muy especialmente teniendo en cuenta que Ucrania es uno de los primeros países a la hora de exportar alimentos que proceden del sector primario.
Ucrania, pionera en la exportación de cereales
Ucrania es uno de los países que más exportaciones realiza en cuanto a cultivos del sector primario, como es el caso de la cebada, el maíz, el trigo, la soja, etc. Por ello, el encarecimiento en estos productos puede ser más que notable, ya que nuestro país tiene una gran capacidad agraria pero también requiere de alimentos procedentes de países como Ucrania para cubrir la demanda.
Otro de los productos que más encarecido se verá es el gas. Ya subió un 60 % su precio el día que comenzó la invasión, y se teme que continuará creciendo en los días venideros. Misma situación vive el petróleo, con el barril de crudo de Brent por las nubes y esperando que la inflación se frene en las próximas jornadas para evitar un colapso total.
El IPC, según las estimaciones actuales, podría llegar a crecer entre uno y dos puntos antes de que termine el año. En España, la subida del salario mínimo y el aumento de empleo parecían contrarrestar una situación que ahora se ha agravado más todavía, puesto que la inflación lleva creciendo de forma descontrolada desde hace meses en todo el planeta.